La calidad del aire en varias regiones de Sudamérica se ha visto gravemente afectada por los incendios forestales que azotan a Bolivia y Brasil. Estos incendios, alimentados por la deforestación, la quema descontrolada de tierras agrícolas y una intensa sequía, han generado una crisis ambiental que afecta a ciudades como San Pablo, Brasil.
En Bolivia, las regiones de la Chiquitania y el departamento de Santa Cruz son las más afectadas por el fuego. Mientras tanto, la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo, atraviesa una sequía histórica que ha reducido drásticamente los niveles de los ríos, dejando aisladas a las comunidades rurales.
En Brasil, los incendios han devastado más de 6.7 millones de hectáreas de la Amazonía en 2024, el doble de lo registrado el año anterior. A pesar de las medidas de emergencia desplegadas por las autoridades para combatir el fuego y la sequía, la situación sigue siendo crítica.
Impacto en otros países
La situación también afecta a otros países sudamericanos. En Paraguay, más de 100.000 hectáreas de bosque nativo en la región del Chaco han sido arrasadas por los incendios. Además, Argentina, Uruguay y Ecuador han emitido alertas debido al humo proveniente de Bolivia y Brasil, que ha deteriorado la calidad del aire y puesto en riesgo la salud de la población.
Las autoridades han emitido recomendaciones para limitar la exposición al humo, y en algunos casos, se han suspendido clases y vuelos en las zonas más afectadas. La crisis continúa poniendo a prueba los recursos y capacidades de los gobiernos locales para enfrentar el impacto ambiental y proteger a sus ciudadanos.
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