Ofrecer seguridad no bastará para ser presidente 

Sep 10, 2024

Por Rodrigo Jordán

Los candidatos no pueden engañarse. Aunque parezca contradictorio, luego de casi cinco años de violencia institucionalizada en Ecuador, los electores, en febrero del 2025, buscarán un mandatario distinto, al que querían en los comicios presidenciales del pasado agosto del 2023. 

Antes de que los votantes elijan a Daniel Noboa como nuevo jefe de estado, el debate social se centraba en determinar cuál de los candidatos tenía las mejores estrategias para aplacar la asfixiante ola de asesinatos, asaltos, secuestros y motines carcelarios.  

 En ese tiempo, la lucha contra la inseguridad era la prioridad nacional y ocupaba el centro de las desgracias nacionales. Sin embargo, desde que los votantes designaron a Daniel Noboa como nuevo jefe de estado, en agosto del 2023, muchas cosas han cambiado en Ecuador. Y ahora somos un país diferente. 

Somos una nación distinta porque ahora, los ciudadanos, a más de seguridad, claman todos los días, con la misma fuerza, por una reactivación económica y un salvataje social, que implique generación de empleo, ayuda a los emprendedores, inversión pública, créditos productivos, servicios de educación y salud eficientes e intervención en los grupos sociales más deprimidos. 

Pronto, el eje económico se consolidará como la principal preocupación de los ciudadanos por encima de la inseguridad. Y los ecuatorianos no se equivocan porque el desempleo, la falta de apoyo a los emprendedores, la deficiente de salud pública y el abandono de la educación estatal, hacen del Ecuador una patria casi inviable de la que hay que huir. 

Entre el 2021 y 2022, la emigración de ecuatorianos superó la cifra de los últimos 12 años (189.732 personas versus 169.869, aproximadamente, según datos oficiales). Solo en 2023 cerca de 136.00 compatriotas más se fueron a otros países a trabajar. 

Estos datos se complementan con los indicadores actuales de caída del consumo en los hogares, que representa casi el 68% del PIB nacional. Por ejemplo, si vemos las ventas internas de junio del 2024 versus las de junio del 2023 existe una caída del 14,4%. Es una cifra alarmante. 

Con un Ecuador casi inviable, los 16 candidatos a la presidencia de la república deben tener claro que: 

1.  Las elecciones de febrero del 2025 serán más de la reactivación económica, que de la inseguridad. 

2. En su discurso, los candidatos deberán centrarse más en sus propuestas para reactivar de verdad la economía, en base, por ejemplo, a la obra pública, el estímulo de la inversión privada, la generación de empleo y el apoyo a las micro y pequeñas empresas y PYMES, especialmente. 

3. Habrá, obligatoriamente, que formular una estrategia sólida y concreta para que el ecuatoriano promedio tenga más liquidez en sus bolsillos y demande más productos y servicios. 

4. Será esencial presentar un programa, con plazos, para mejorar la salud pública, la atención de IESS, elevar la inversión en educación y tener una política sólida de inclusión económica y social. 

Ofrecer solo seguridad, que finalmente depende de lo que puedan hacer la policía y las fuerzas armadas, no bastará para ser presidente de Ecuador del 2025 al 2029. 



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