Ni la noche ni la niebla podrán contigo, Pedro

Sep 10, 2024

Annabell Guerrero

La detención-desaparición de los hermanos Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismendi, suscitado bajo el régimen de León Febres Cordero, en el año 1988, es un caso emblemático. Sus padres, Luz Elena y Pedro, han sido un referente en la lucha contra las desapariciones forzadas en el Ecuador y la violencia estatal.

Luego de agotar todas las acciones posibles, a nivel nacional e internacional, así como enfrentar las mentiras y la manipulación de la institución policial, en especial de la subteniente Doris Morán, Luz Elena y Pedro acudieron todos los miércoles a la Plaza Grande para exigir al Estado ecuatoriano que les devolviera a sus hijos.

En torno a esta lucha por la vida, se sumaron familiares de otros desaparecidos y organizaciones nacionales e internacionales de defensa de los derechos humanos. Fue así que la voz de quienes clamaban por sus hijos, hermanos y nietos se amplificó, y el país pudo palpar el dolor de cientos de familias y sumarse a esta causa.

No olvidemos que Doris Morán se burló del dolor de estos padres, exigiéndoles recursos económicos y entregándoles pistas falsas para, finalmente, asegurarles que sus hijos se encontraban con vida, pese a que ella sabía claramente que los hermanos Restrepo habían sido torturados y, en ese contexto, asesinados por la fuerza pública, con la complicidad y aquiescencia del gobierno de turno.

Luz Elena y Pedro nunca descansaron en su lucha por alcanzar verdad, justicia y reparación, no sólo para sus hijos, sino también para otras familias que fueron desgarradas emocional e íntimamente por un Estado violento y represor. Lamentablemente, Luz Elena murió en un accidente de tránsito, marcando aún más la vida de Pedro, quien, pese a su dolor, no desmayó y siguió luchando junto a su hija, María Fernanda, en memoria también de su esposa.

Hoy, Pedro padece una insuficiencia respiratoria crónica y está hospitalizado. Su hija, María Fernanda, ha solicitado, en primer lugar, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y, posteriormente, al Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (ISSPOL), por su capacidad técnica instalada, que le permitan a su padre recibir cuidados en el hogar, con el fin de que esté cerca de su familia y pueda vivir sus últimos años con dignidad, esa dignidad que nos enseñó a todos y todas.

Las máximas autoridades del IESS, del ISSPOL y del Ministerio de Salud deben responder a esta petición, a manera de un gesto de justicia largamente demandado, y brindarle a Pedro la posibilidad de estar cerca de los suyos. Es lo mínimo que el Estado ecuatoriano puede hacer por un hombre que nos enseñó que amar es nunca darse por vencido. Y que la oscuridad y la niebla jamás nos acallarán como no lo hizo con Pedro y Luz Elena.
Por nuestros niños, hasta la vida.



3 Comentarios

  1. me parece que la columnista no está actuando con la.mesura que se tiene que demostrar en estos casos. Sin sentimentalismos, cuando cobro el Sr Restrepo la indemnización, por cierto muy grande, que hizo con el.dinero. Debió invertir en su salud. El Estado no lo puede indemnizar dos veces y peor poner condiciones para su atención. Entonces todos los Ecuatorianos deberíamos exigir lo que esta pidiendo la familia Restrepo

  2. Nada supera , ni todo lo material que fuese a la perdida de las vidas de esa manera y que sea la misma policía la aurora o cómplice directa, así los ecuatorianos estamos en manos de un Estado indolente e indiferente.
    En cuanto a la indemnización se ha cumplido por el reclamo constante, para las demás víctimas no paga el ESTADO porque ignoran sus luchas y estás desapariciones van en aumento.

  3. No les han devuelto a sus hijos ni vivos ni muertos, ese dolor no caduca ni lo cubre ninguna indemnización, si cobró dinero y el lo uso para la búsqueda de sus hijos pues bien utilizado fue, ahora que el necesita no veo porque la atención para su salud no sale del bolsillo de los responsables de este asqueroso hecho que enluta a todas las familias ecuatorianas.



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