La producción petrolera en los bloques clave de Orellana, Sucumbíos y Napo ha experimentado una notable disminución desde agosto de 2024 debido a una serie de problemas técnicos y de seguridad.

Según un comunicado de Petroecuador emitido el lunes 9 de septiembre, las interrupciones eléctricas han afectado seriamente la producción en los bloques 31 (Apaika Nenke y Auca), 58 (Cuyabeno), 12 (Edén Yuturi), 43 (ITT), 15 (Indillana), 56 (Lago Agrio), 57 (Libertador y Shushufindi), 21 (Oso Yuralpa), y 60 (Sacha). Estos inconvenientes han reducido la producción en aproximadamente 83.284 barriles.

Adicionalmente, el deterioro de tuberías y perforaciones clandestinas en los campos Auca, Edén Yuturi, Indillana y Shushufindi han causado pérdidas de 26.799 barriles. Los robos de cables han llevado al apagado de pozos y complicaciones en la extracción de crudo, generando una pérdida estimada de 16.907 barriles.

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La sequía también ha contribuido a la crisis al reducir la navegabilidad del río Napo, afectando el transporte de combustible para la generación eléctrica y el mantenimiento de los pozos. En los campos Edén Yuturi, Apaika Nenke e ITT, las pérdidas diarias ascienden a 4.300 barriles, con una pérdida acumulada de 30.372 barriles.

El 8 de septiembre, una falla eléctrica en el transformador principal del Bloque 12 (Edén Yuturi) resultó en una pérdida adicional de 5.600 barriles debido al apagado de pozos.

Entre enero y julio de 2024, Ecuador producía un promedio de 470.000 barriles diarios, incluyendo tanto a Petroecuador como a las compañías privadas. Sin embargo, la producción ha caído a 464.663 barriles diarios, con 97.550 barriles provenientes de empresas privadas y 367.113 barriles por parte de Petroecuador.