El apagón masivo que afectó a varias ciudades de Ecuador el pasado 7 de septiembre encendió las alarmas sobre la fragilidad del sistema eléctrico del país. Manuel Otorongo, experto en energía, señaló en una entrevista con Notimundo, que este evento, causado por un error humano en la subestación Molino conectada a la central de Paute, es solo la punta del iceberg en una crisis energética más profunda.
Otorongo explicó que, aunque el error humano es posible, las estrictas medidas de seguridad en el manejo de estas infraestructuras hacen difícil que ocurra una falla de este tipo. “Los procedimientos son muy rigurosos y las alarmas alertan sobre cualquier anomalía. La verdadera preocupación es la debilitada infraestructura del Sistema Nacional Interconectado y el déficit de generación de energía”, subrayó.
El déficit de 1,080 megavatios que enfrenta Ecuador, según el Ministerio de Energía, se ha agravado debido al estiaje y la falta de lluvias que afecta a los ríos que alimentan las hidroeléctricas. Aunque se ha buscado cubrir este déficit con la interconexión eléctrica con Colombia y otros proyectos, Otorongo advirtió que las soluciones a corto plazo no serán suficientes para evitar futuros apagones.
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“El gobierno debe ser honesto con la situación energética del país. La salida de la central de generación en Paute y los problemas en la infraestructura de transmisión hacen inminente la necesidad de racionamientos”, afirmó Otorongo. Además, destacó que transformadores y líneas de transmisión están operando al máximo de su capacidad, lo que podría causar una catástrofe si no se realiza el mantenimiento adecuado.
El experto también cuestionó las decisiones del Gobierno, incluyendo la implementación de la barcaza eléctrica que, aunque prometida como solución, aún no está operativa y su capacidad de generación es mínima en comparación con el déficit actual. Añadió que, aunque el gobierno planea implementar la regulación 0310 para permitir la participación del sector privado en la generación eléctrica, es necesario resolver obstáculos operativos para que esta medida sea efectiva.
Otorongo expresó dudas sobre la reciente medida anunciada por el presidente Daniel Novoa de subsidiar las planillas de luz de diciembre, enero y febrero para los hogares de bajo consumo. Si bien esta acción podría aliviar temporalmente a los ciudadanos, podría generar un impacto negativo en las finanzas del sector eléctrico, ya que estos meses representan un alto consumo energético debido a las festividades navideñas.
La crisis eléctrica en Ecuador es un desafío que, según Otorongo, requiere soluciones estructurales y una inversión significativa en infraestructura y mantenimiento para evitar mayores apagones y garantizar la estabilidad energética del país.
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