Cada 05 de septiembre, Ecuador se suma al llamado mundial por el “Día Internacional de la Mujer Indígena”. Al igual que otras fechas reivindicativas, este es el espacio propicio para visibilizar los desafíos aún presentes en la construcción de una sociedad equitativa y libre de discriminación. 

Ecuador se reconoce como un Estado intercultural, plurinacional que garantiza los derechos colectivos de pueblos y nacionalidades indígenas. El último Censo de Población (2022) indica que más del 20% de la población total pertenece a pueblos y nacionalidades indígenas, de los cuales el 68.5% enfrenta necesidades básicas insatisfechas, una cifra alarmante comparada con el 33.8% de la población mestiza. 

Desde la amplitud de perspectivas para abordar esta fecha conmemorativa, resulta pertinente mencionar algunas lecciones de liderazgo de las mujeres indígenas. Entre ellas, “hablar fuerte”, esta es una de las enseñanzas de las mujeres Waorani, una población indígena que vive en aislamiento voluntario en la Amazonía ecuatoriana.  

En su lengua Wao Tededo, la palabra “Awene” significa líder y se representa con un árbol de raíces profundas y de frutos abundantes. Símbolo de sabiduría y fortaleza, cualidades indispensables en la lucha por sus derechos.  

Este concepto, acompañado de la expresión “Nee Anna”, cuya traducción al español es “la que habla fuerte”, se inculcan con especial atención a las niñas Waorani desde pequeñas, lo cual constituye una marcada diferencia con conceptos erróneos que se repiten con facilidad en entornos urbanos como “calladita te vez más bonita”. 

De igual forma, las mujeres Saraguro de Loja nos recuerdan la importancia de abrazar las diferencias, así como de pensar y actuar en colectivo. Ellas, día a día, tejen diminutos colores y forman hermosos collares. Pasar del “Yo” al “Nosotros” es una tarea urgente en el país.  

Que estas enseñanzas de las mujeres indígenas nos permitan construir un Ecuador unido en el tejido de la resiliencia y empatía, capaz de superar las adversidades.