El atleta holandés Wim Hof, conocido como “El Hombre de Hielo”, ha transformado las zambullidas en hielo de un simple pasatiempo de Año Nuevo a una popular tendencia en salud y bienestar. Hof y otros defensores del agua fría destacan sus beneficios, que incluyen aceleración en la recuperación, alivio del dolor, prevención de resfriados y mejora del estado de ánimo.
Entonces, ¿debería considerar esta práctica? La respuesta puede depender de su salud actual y objetivos personales. A continuación, exploramos la crioterapia y sus métodos:
¿Qué es la crioterapia? La palabra “crio” proviene del griego krýos, que significa frío. La crioterapia, o terapia de frío, abarca varias técnicas para enfriar el cuerpo:
- Aplicación de hielo: Colocar hielo o una compresa fría sobre una zona específica del cuerpo.
- Duchas frías: Exponerse a un chorro de agua fría mientras se mantiene el agua caliente apagada.
- Inmersión en agua fría (CWI): Sumergirse en agua a 15 grados Celsius (60 grados Fahrenheit) o menos.
- Crioterapia de cuerpo entero (WBC): Usar una cámara especializada que emite aire extremadamente frío, sin necesidad de agua.
Cada método ofrece diferentes beneficios y puede adaptarse a distintas necesidades y preferencias.
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