María Dolores Miño, directora del Observatorio de Derecho y Justicia, a propósito del testimonio anticipado del testigo protegido Michael Hernández, del caso Plaga, dijo que este por sí solo no es una prueba madre, lo que sí podría servir es para que la Fiscalía inicie otras investigaciones.
El testimonio “estrella” no aportó mucho al esclarecimiento del caso Plagas, “más bien fue un reguero de chismes contra personas, entre las cuales me incluyo”, dijo.
En diálogo con Fabricio Vela, director del programa Primera Plana, la abogada manifestó que no se puede tomar el testimonio anticipado muy a la ligera, y mucho menos que sirva como mensajes velados para personas que son incómodas o políticamente distintos, que es lo que más indigna.
Ayer en la diligencia se dijeron muchas cosas que no son delitos, y en otras sí, por lo que se deberán presentar las pruebas. En todo caso, no se puede usar el testimonio anticipado como una forma de advertencia, de retaliación.
Sobre la mención que se hizo sobre ella y el Observatorio, refirió que es verdad que se pidió colaboración, pero mencionado como un “favor”, en el contexto de un testimonio anticipado, se presta a malas interpretaciones.
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