Ya comenzó en Quito el V Congreso Eucarístico Internacional, un evento que reúne a delegaciones de 53 países, incluidos cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, quienes reflexionarán sobre la importancia de la Eucaristía y su impacto en la vida del cristiano. Monseñor Alfredo Espinosa Mateus, arzobispo de Quito, compartió detalles del congreso en una entrevista para Ecuavisa.

Explicó que este congreso busca ser un espacio para que toda la Iglesia reflexione en torno a la Eucaristía, considerada el centro de la vida cristiana. Señaló que aunque existen eventos eclesiales de mayor magnitud, como las Jornadas Mundiales de la Juventud, el Congreso Eucarístico tiene una relevancia particular debido a su enfoque en la comunión y la fraternidad.

El tema central del congreso, Fraternidad para sanar el mundo: que todos seamos uno, fue seleccionado por el Papa Francisco a partir de propuestas enviadas por la Comisión Teológica del congreso. Espinosa destacó que las reflexiones no solo serán de índole teológica, sino que abordarán también las realidades políticas, sociales y culturales del mundo contemporáneo.

Inicia el 53° Congreso Eucarístico Internacional en Quito

“El congreso no puede estar desencarnado de la realidad”, afirmó el arzobispo, refiriéndose a la necesidad de que la Iglesia aborde los problemas actuales, como la pobreza, la corrupción y la guerra. Durante el evento, se presentarán testimonios y ponencias que aborden estas heridas del mundo. Se destacan intervenciones del alcalde de Quito sobre las heridas de una ciudad y de un obispo de Ucrania, quien compartirá sobre las consecuencias de la guerra.

El congreso también abordará temas relacionados con el cuidado del planeta y la justicia social, inspirados en la encíclica Laudato Si del Papa Francisco. “No podemos comulgar el cuerpo de Cristo si no comulgamos con el cuerpo del hermano”, dijo Espinosa, subrayando la importancia de que la fe se proyecte hacia la acción social y la solidaridad.

Este evento, que concluirá el 15 de septiembre, marca el regreso de un Congreso Eucarístico Internacional a América Latina, 20 años después del celebrado en Guadalajara, México. Monseñor Espinosa concluyó destacando que este congreso tiene como objetivo generar conciencia y guiar la acción cristiana en un mundo que necesita sanar sus heridas.