El 3 de septiembre a las 16:00, un padre y su hijo fueron víctimas de secuestro en Pifo, en el oriente de Quito.
La pareja fue citada bajo el pretexto de comprar un vehículo, pero al llegar al lugar, fueron intimidados con armas de fuego y forzados a subir a un vehículo que los trasladó a un destino desconocido.
Los familiares denunciaron el secuestro a las autoridades, y el 4 de septiembre, el comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito, Wilson Pavón, informó sobre la liberación de las víctimas, quienes fueron encontradas sanas y salvas.
En una rueda de prensa, Pavón explicó que la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía activó una investigación después de que los secuestradores hicieran llamadas extorsivas a los familiares, exigiendo 30 mil dólares por la liberación.
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La investigación llevó a la ubicación del lugar donde estaban retenidos los secuestrados y permitió ejecutar un operativo policial exitoso.
Durante el allanamiento, la Policía detuvo a cinco personas, incluyendo a un menor de edad. De los detenidos, dos tenían antecedentes penales. Además, se incautaron ocho teléfonos celulares, seis armas de fuego y otros indicios relevantes para el caso.
En lo que va del 2024, Quito ha registrado 190 casos de secuestro, de los cuales el 99% han sido resueltos con éxito, según informes de la Policía.
La rápida respuesta y coordinación entre las autoridades locales fueron cruciales para la resolución de este caso y la seguridad de los ciudadanos.
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