La nube de humo y ceniza que cubre Quito debido a los cuatro incendios forestales activos en la capital está generando preocupaciones sobre la salud de los ciudadanos. Las personas con problemas respiratorios, niños y mascotas son los más vulnerables a los efectos de esta contaminación atmosférica.
El humo, compuesto por partículas finas, gases tóxicos y compuestos químicos liberados durante la combustión, puede tener un impacto grave en quienes sufren de asma, bronquitis crónica, rinitis alérgica, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y otras afecciones respiratorias. La neumóloga Carina Coronel recomienda que estos individuos mantengan a la mano sus medicamentos de emergencia y utilicen mascarillas para reducir los riesgos.
Los niños, cuyo sistema respiratorio aún está en desarrollo, también están en riesgo. Su tendencia a respirar más rápido que los adultos los expone a mayores niveles de contaminantes. La exposición prolongada al humo puede causar irritación en los ojos, garganta y vías respiratorias, y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. En casos graves, puede afectar el desarrollo pulmonar a largo plazo.
Las mascotas, incluidos perros y gatos, no están exentas de los efectos adversos del humo y la ceniza. Pueden experimentar irritación en los ojos, nariz y garganta, así como dificultades respiratorias. Los animales con condiciones respiratorias preexistentes, como el asma felino, son especialmente vulnerables. Además, la ingestión de ceniza o agua contaminada puede causar problemas gastrointestinales.
Recomendaciones para la Protección:
- Para personas con problemas respiratorios: Mantenerse en interiores, cerrar ventanas y puertas, y utilizar purificadores de aire con filtros. Cuando sea necesario salir, considerar el uso de mascarillas N95, pero evitar su uso en niños menores de 2 años debido al riesgo de asfixia. Evitar actividades físicas al aire libre.
- Para niños: Asegurarse de que estén en ambientes cerrados y protegidos del humo, y evitar el ejercicio exterior.
- Para mascotas: Monitorear signos de dificultad para respirar, letargo o irritación. Consultar a un veterinario si se presentan síntomas preocupantes. Proteger a las mascotas del estrés causado por el humo y evitar que laman el pelaje contaminado con ceniza.
La Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito advierte que la calidad del aire podría empeorar en las próximas horas debido a las ráfagas de viento que trasladan las partículas dañinas hacia la ciudad. Mantenerse informado y seguir estas recomendaciones puede ayudar a minimizar los riesgos para la salud durante estos episodios de contaminación.
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