Zeus se transformó en un toro blanco, dócil y adorable para conquistar a la hermosa Europa; hija de Agénor y Telefasa, reyes de Tiro, probablemente hoy la frontera sur de Líbano con Siria. La princesa fenicia, encandilada por la enorme belleza y fortaleza que emanaba esta rara criatura, se fue acercando hipnotizada, ignorando las súplicas de no hacerlo de su séquito. Zeus viendo que su plan de seducir a Europa iba surtiendo el efecto deseado continuó, permitiéndole que lo acariciara y jugara con él hasta que finalmente Europa subió a su lomo. Una vez ahí Zeus salió hacia el mar y nadó hasta la actual Creta. De esta unión nacieron Radamantis, Serpedón y Minos, que quedaron a la custodia de Europa y luego de Asterión, su futuro esposo. Zeus, por su lado -cuenta la mitología griega-, volvió al Olimpo al hogar que compartía con su esposa Hera. Entiendo que Hera también era su hermana, por lo que asumo que la escapada de Zeus quedaba en familia.
Esta historia siempre me ha parecido intrigante, especialmente cuando una profesora mexicana de historia del arte que conocí se refería a Zeus para señalar con ironía que los hombres desde tiempo inmemoriales siempre han sido así: todos cortados por la misma tijera en lo que a seducir a una hermosa mujer se refiere. Se disfrazan, la seducen y luego apenas se cansan, no tienen el mínimo empacho de dejarla sola, aunque tuvieran con ella tres hijos. Eso sí precisemos que Zeus al irse, le dejó tres regalos: Talos, una criatura guardiana; Laelaps, un perro que no soltaba a su presa, y una jabalina que siempre daba en el centro cuando Europa la lanzaba. Supongo entonces que Asterión no lo tuvo fácil para acercarse a Europa, a menos que ella haya sido quien sedujo a Asterión para que éste pudiese abordarla, sin que Talos lo impida y Laelaps lo mordiera. La seducción es de doble vía, también desde tiempos inmemoriales.
La relación de donde deriva el nombre de la hija de los reyes de Tiro y el del continente que lleva su nombre no la conozco y no he indagado mayormente; en cambio, sí me interesa ver cómo Europa en la actualidad se ha dejado seducir por una criatura bélica, pero disfrazada de viejito bueno. A la grupa de la OTAN, se ha embarcado en un gasto armamentista sin parangón desde la segunda guerra mundial (la UE hasta Abril del 2024 ha enviado a Ucrania 85 mil millones de euros). Mala suerte de Europa, que en nuestro tiempo se ha dejado seducir y embaucar, esta vez no por un dios mujeriego, pero generoso, sino por el dios de la guerra: Ares. Este hijo de Zeus se ha disfrazado de viejito bueno y ha convencido a Europa que el único camino posible para vivir en paz es el armamentismo. Considero que el equilibrio del terror no es sinónimo de paz. Europa lo ve diferente.
Excelente analogía!
Muy bien!. Excelente.
Me interesaría dialogar sobre su artículo “El proyecto Vindobona y la oportunidad del Gobierno” de Ago 17, 2024