EDITORIAL. El lenguaje tiene el poder de sanar, también de herir profundamente. Incluso tienen la capacidad de dejar cicatrices emocionales y duraderas.
Hay una frase dicha por el presidente Daniel Noboa, en su reciente visita a Manabí, que ha herido profundamente el sentimiento virginal de los correístas.
“A Manabí nunca se le dio nada, y vino alguien y le dio migajas. Nosotros vamos a dar el pan completo”, fue el venenoso comentario lanzado por el mandatario en un acto oficial celebrado en Chone. La reacción ha sido furibunda y violenta en las redes.
Y no es para menos, Manabí es la joya de la corona, electoralmente hablando, de la Revolución Ciudadana, allá se instaló la Asamblea Constituyente de 2007, máxima expresión política del gobierno de Rafael Correa.
De esa provincia es la precandidata presidencial de la Lista 5, por segunda vez consecutiva. También reclaman la paternidad de un sinfín de obras, como la construcción del puente más largo del país, en San Vicente, entre otras. Eso nadie discute.

Boscán vs la Fiscal

Así como se atribuyen las obras, también se deben hacerse cargo de la fantasmal mega Refinería del Pacífico y del desvío de los recursos destinados para la reconstrucción de Manabí. Recordemos que al país se le clavó un impuesto adicional del 2 % del IVA para ayudar a los hermanos manabitas y esmeraldeños, tras sufrir el terremoto del 2016.
La pregunta que aún retumba en la mente de los ecuatorianos es: ¿Dónde está la plata?, celebre impronta que nos recuerda al político Vladimiro Álvarez.
Sin duda, hay frases mordaces que dejan secuelas, otras dejan taras. (I)