En realidad, es muy penoso escribir así sobre mi país. Un país maravilloso con paisajes inolvidables en las cuatro regiones, una biodiversidad sin igual y gente maravillosa. Pero como todo, Yin tiene su Yang; encontramos que en el Ecuador las necesidades también son infinitas tanto en el tema de educación como de salud, seguridad, vialidad, empleo y muchas más.
Vivimos sin reconocer que el petróleo ha sustentado la economía del país a partir de 1972, más de medio siglo, pero no es culpa del petróleo que este no haya podido ser aprovechado, es por el mal manejo de múltiples gobiernos desde entonces. Hoy la industria se encuentra frente a un panorama desolador donde se encuentran pinchazos en los oleoductos y poliductos, la producción en un acelerado descenso tanto por causas naturales, donde por falta de capacidad de inversión ha creado un panorama desolador.
El problema radica en que las autoridades y la herencia nefasta de la década perdida, donde no solo este gobierno, sino desde el 2007 no hayan tenido en claro el concepto de la independencia energética, (adorado a falsos dioses de la abundancia) que se refiere a su capacidad de satisfacer las necesidades energéticas con recursos propios, reduciendo o sin depender significativamente de recursos externos. Esta navegación sin brújula es altamente peligrosa para un país dolarizado y hay que preguntarse quiénes son los beneficiarios de seguir condenando al país sin políticas energéticas más estructuradas.
La Comisión técnica multidisciplinaria energética petrolera; integrada por técnicos y expertos, han venido insistiendo en una serie de temas y propuestas posibles a las autoridades. Estas deberían ser tomadas en cuenta.
- Licitación de los bloques SO y bloques OffShore que pueden atraer inversiones significativas que aumentarían la capacidad de producción de petróleo.
- Licitación del gas del golfo, en un momento que el mundo entero está volcándose a este insumo por ser una fuente de energía limpia y menos contaminante.
- La Refinería Esmeraldas, que está en una situación preocupante y requiere intervención e inversión inmediata en su mantenimiento, modernización y capacitación del personal para evitar riesgos y pérdidas.
- Instalación de un tren de alta conversión en la RE que es la única manera de asegurar producción propia de combustibles reduciendo y en lo posible eliminando la importación de los mismos a través del desarrollo de una propia capacidad de refinación que tiene forzosamente que venir acompañada de renegociación de ciertos campos y la búsqueda de un aumento sustancial en la producción.
- Es necesario estructurar un proceso de seguridad jurídica incluyendo el tema de medio ambiente, ya que sin adecuada gestión no se puede atraer la inversión y desarrollar los proyectos petroleros y mineros tan necesarios para una economía sostenible y sustentable que cree las fuentes de empleo y oportunidades para los ecuatorianos. Esto debe incluir la definición clara de la consulta previa e informada con la normativa ambiental y las licencias respectivas y que sea respetado por todas las entidades y organizaciones, así como las comunidades, rindiendo beneficios para todo el territorio nacional.
- Sin duda hay muchos más proyectos como las variantes de los oleoductos afectados por la erosión del río Coca, etc. que se están quedando fuera del artículo; pero no podemos dejar a un lado el rescate urgente de la producción del bloque 43 ITT Y que permita evitar las pérdidas que se están generando a nuestra economía dolarizada.
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