La administración del alcalde Pabel Muñoz está abordando una de las deudas históricas de los gobiernos locales con Quito: la descontaminación de sus ríos. La nueva Estrategia para la Descontaminación de los Ríos de Quito promete transformar significativamente el tratamiento de aguas residuales, aumentando la cobertura de tratamiento del 3% actual al 97%.
La estrategia, que ya está en marcha, incluye la construcción de 515 kilómetros de interceptores y emisarios sanitarios, así como la instalación de 22 Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en todo el Distrito Metropolitano. La inversión total para este ambicioso proyecto es de 900 millones de dólares.
Las cuatro PTAR principales serán fundamentales en este esfuerzo:
- PTAR Quito: Con una inversión de 292,6 millones de dólares, tratará un caudal de 4,38 m³/s y cubrirá el 49,49% del área urbana, enfocándose en las cuencas del río Machángara.
- PTAR Calderón: Con una inversión inicial de 65 millones de dólares, se encargará de 2,59 m³/s, brindando una cobertura del 28,77% en el norte de la ciudad.
- PTAR Monjas: Tratará las aguas residuales de la microcuenca Monjas, con una cobertura del 7,03%.
- PTAR Tumbaco: La planta más grande de las rurales, con una cobertura del 4,32%, está en fase de culminación de estudios definitivos.
Además, la construcción de interceptores sanitarios, como Intervalles, Chaquiscahuaicu y Chiviquí, avanza al 75%, mientras que otros interceptores están en fase precontractual.
La iniciativa, alineada con la ordenanza Verde Azul, ofrece una renovada esperanza para recuperar las 136 quebradas y 19 ríos contaminados de la ciudad, incluyendo los ríos San Pedro, Guayllabamba, Machángara y Monjas. Con la implementación de esta estrategia, Quito no solo mejorará su infraestructura de tratamiento de aguas, sino que también avanzará significativamente en la restauración ambiental de sus recursos hídricos.
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