En un contundente discurso durante la XI Cumbre extraordinaria de ALBA-TCP, el dictador nicaragüense Daniel Ortega arremetió contra los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, por su postura respecto a las recientes elecciones en Venezuela. Ortega criticó a ambos mandatarios por no haber reconocido públicamente la victoria de Nicolás Maduro en los comicios del 28 de julio.

Ortega acusó a Petro de competir con Lula por ver quién ejerce mayor influencia en la región y cuestionó la falta de reconocimiento de los resultados oficiales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. “Pobre Petro, lo veo como compitiendo con Lula en ver quién va a ser el líder que va a representar a los yankees en América Latina. El pobre Petro no tiene la fuerza que tiene Brasil. El gigante de América Latina. Pero con ese gobierno que tiene, de Lula, no es gigante, bueno, es Goliat queriendo arrasar con David”, expresó Ortega, generando reacciones intensas en las redes sociales.

En su intervención, Ortega también dirigió duras críticas a Lula da Silva, acusándolo de traicionar el movimiento progresista y de comportarse de manera vergonzosa al no respaldar la victoria de Maduro. “Si querés que te respete, respétame, Lula. Si querés que te respete el pueblo bolivariano, respetá la victoria del presidente Nicolás Maduro y no estés ahí, de arrastrado”, dijo Ortega, refiriéndose a la actitud del presidente brasileño.

Ortega lamentó que Lula, al igual que Petro, repita las consignas de potencias extranjeras y criticó la falta de éxito en las negociaciones para resolver la crisis venezolana. La postura de Colombia y Brasil, manifestada el 24 de agosto, enfatizó la necesidad de una revisión transparente y verificable de los resultados electorales, a pesar del fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que reafirmó la victoria de Maduro. Tanto Petro como Lula también expresaron su oposición a las sanciones unilaterales contra Venezuela, considerándolas contrarias al derecho internacional y perjudiciales para la población.

La cumbre virtual de ALBA-TCP, que reunió a líderes de países aliados como Bolivia, Cuba y naciones del Caribe, sirvió como plataforma para que Ortega reafirmara su posición en medio de una creciente controversia internacional sobre la legitimidad de las elecciones en Venezuela y la respuesta de la comunidad internacional.