Carlos Farhat, médico epidemiólogo, afirmó que la viruela del mono, también conocida como viruela símica, aunque no es nueva, ha generado una alerta internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad, endémica en África Central, tiene dos cepas principales, y aunque Ecuador ha registrado casos de la menos letal, la nueva variante podría representar un mayor riesgo de contagio.

El especialista detalló que la viruela símica se transmite principalmente a través de contacto físico cercano y prolongado, como caricias, besos o relaciones sexuales, así como por el uso de ropa o utensilios de personas infectadas. Farhat subrayó la importancia de mantener una estricta higiene para evitar la propagación del virus. «El lavado de manos, el uso de alcohol y evitar contacto con personas que presenten síntomas son claves», señaló.

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Aunque Farhat reconoció la vulnerabilidad de ciertas poblaciones, especialmente en zonas con sistemas sanitarios precarios, como algunas regiones de Ecuador, descartó que esta enfermedad pueda desencadenar una nueva pandemia o confinamientos masivos, como ocurrió con el COVID-19. «No tiene la misma velocidad de transmisión. Se requiere un contacto más estrecho y prolongado, lo que permite una contención más eficiente», explicó.

En cuanto a la preparación del sistema de salud ecuatoriano, Farhat aseguró que, aunque no es el mejor, las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19 han permitido fortalecer la vigilancia epidemiológica. Recomendó continuar capacitando al personal médico y mantener una vigilancia activa para contener rápidamente cualquier caso sospechoso.

Por último, el médico instó a la población a no caer en pánico, sino a tomar precauciones. «Es solo cuestión de tiempo para que la nueva cepa pueda llegar, pero si se mantienen las normas sanitarias adecuadas, es posible evitar una crisis de salud pública», concluyó Farhat.