Los ecuatorianos hemos observado con asombro (aunque no con sorpresa) el clásico desfile de candidatos en busca de la Presidencia, Vicepresidencia y curules para el Parlamento Andino, así como para la Asamblea Nacional. En cuanto a la primera magistratura, se registraron un total de 17 binomios de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia del Ecuador, según las últimas confirmaciones.
Dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla; y en Ecuador, parece que nadie aprende.
Para este laboratorio de “buenas intenciones por la patria” llamado Elecciones Generales 2025, el CNE aprobó un presupuesto de $91’707.668,72 millones para su desarrollo. Según el boletín oficial, “el monto se enmarca en políticas de optimización y austeridad del gasto público”.
El Fondo de Promoción Electoral (PFE) es el monto asignado para la contratación de publicidad electoral por parte del CNE. Este fondo se distribuye equitativamente entre los candidatos y se paga directamente a los medios de comunicación elegidos por los candidatos u organizaciones políticas.
Existe un límite de gasto para las elecciones de 2025, basado en el número de votantes habilitados. En Ecuador, hay exactamente 13’736.314 electores habilitados para votar, por lo que, en el caso del binomio presidencial, se podrá gastar del fondo asignado hasta $5’494.524, dinero que proviene de todos los ciudadanos.
La pregunta, queridos lectores, es: ¿cuántos centros educativos u hospitales públicos se podrían construir con todo este dinero?
Solo para tener una idea:
El Gobierno presupuestó menos dinero para 28 universidades e institutos públicos a inicios de este año con la proforma presupuestaria. Los recortes oscilaron entre $800.000 y casi $20 millones para diferentes centros de educación superior.
“Si los partidos políticos tuvieran que pagar todos sus gastos de campaña, no se inscribirían. La mayoría se inscribe para lucrar de los fondos públicos y sacar provecho personal, aun sabiendo que nadie va a votar por ellos”, asevera un lector habitual.
La proliferación de candidaturas de partidos se debe a 3 factores:
1.- Partidos que buscan sobrevivir.
2.- Partidos que buscan cuotas de poder.
3.- Falta de sistemas democráticos internos que seleccionen a los mejores representantes.
Tenemos un sistema de partidos políticos casi inexistente, acompañado de una función electoral que le “queda debiendo” al país, y que se ha dedicado únicamente a realizar elecciones, descuidando su tarea de fortalecer y, sobre todo, controlar a los partidos políticos. La responsabilidad recae en los ciudadanos, que debemos esforzarnos por emitir un voto responsable e informado, a pesar de la situación del país. Esperemos que los candidatos sean igualmente responsables y presenten planes de gobierno que aborden las graves problemáticas que afectan a la población. La política nos pertenece a todos.
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