Diego Torres Hadathy/Corresponsal en Estados Unidos
Con esa frase describía el narrador de la cadena de televisión NBC al equipo olímpico femenino de natación de Estados Unidos, cuando competía por su décima octava medalla y arrasaba en las piscinas francesas. Los norteamericanos consiguieron 126 preseas -40 de oro- en París 2024.
Los equipos colegiales y universitarios son los focos principales de esta incontenible epidemia y desde ahí salen los cientos de medallistas que repletan los podios. Más del 80 por ciento de los atletas norteamericanos que obtuvieron preseas en París estudian en 90 universidades de este país.
La Asociación Nacional de Atletismo Colegiado (NCAA por sus siglas en inglés) regula el deporte y la participación de aproximadamente 1200 universidades y más de 480.000 deportistas en Estados Unidos y Canadá. De los 592 atletas que integraron la delegación olímpica estadounidense, 393 salieron de los procesos de esa organización.
La prestigiosa universidad de Stanford aportó con la mayor cantidad de deportistas (51) y California fue el estado que despachó la delegación más numerosa (145 atletas) hacia París.
Pero en las universidades de Estados Unidos estudian y compiten -con becas deportivas- miles de jóvenes de todo el mundo, que luego integran los equipos de sus respectivos países e intervienen en torneos mundiales y Juegos Olímpicos de verano e invierno. Según la NCAA, alrededor de 1.000 atletas de 100 naciones diferentes -que son parte de sus programas deportivos- estuvieron en Francia.
Los atletas olímpicos norteamericanos son ídolos totales. Están en todas partes. Comerciales de televisión de todo tipo, programas de motivación, charlas, fotografías, homenajes y su principal misión es superar los récords que ellos mismo u otros han impuesto.
Unos pocos ejemplos: Sydney McLaughlin-Levrone estableció su sexto récord mundial en los 400 metros con vallas femeninos; la nadadora Katie Ledecky obtuvo 4 medallas (2 de oro) y se convirtió en la atleta olímpica norteamericana más galardonada. Tiene 14 medallas olímpicas. Sus compañeras en el equipo de natación, Torri Huske y Regan Smith, ganaron cinco medallas cada una.
La gimnasta Simon Biles ganó dos medallas de oro y una de plata y es la segunda atleta con más preseas en la historia de la gimnasia olímpica (7 de oro – 11 en total). El equipo femenino de esa disciplina se quedó con el primer lugar. La corredora Gaby Thomas ganó 3 medallas de oro. Noah Lyles recuperó, tras 20 años, el oro en los 100 metros planos masculinos y el equipo femenino de baloncesto ganó su octava medalla de oro olímpica consecutiva.
Cada equipo de este país tiene varios millones de dólares de presupuesto, viaja con entrenadores, sicólogos, médicos, un chef, personal de apoyo, prensa y demás colaboradores, en un vuelo privado -si el número de atletas así lo demanda- o comercial.
Mientras tanto, el campeón olímpico de ciclismo de ruta de Ecuador (uno de los ocho históricos) se quedaba sin su cupo porque un desconocido de apellido Rosero así lo quería. Y las autoridades nada. El de Deportes se hacía el desentendido y el del COE se limitaba a implorar por el dinero para que los atletas pudieran viajar. Lo consiguió 15 días antes de los Olímpicos. El cielo y la tierra….(DTH)
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