El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó este jueves, 15 de agosto de 2024, que no se han registrado casos de viruela del mono (MPOX) en el país, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la emergencia sanitaria internacional el 14 de agosto. La alerta mundial se debe a la rápida propagación del virus en África Central y Oriental.

La entidad, además, anunció una serie de medidas para enfrentar la reciente declaración de emergencia sanitaria internacional por la propagación de la viruela del mono. El comunicado fue difundido la noche del jueves 15 de agosto de 2024.

Como primera medida, el MSP procederá con la compra de un nuevo lote de vacunas destinadas a los grupos de riesgo. La vacunación se implementará como una de las principales estrategias para prevenir la enfermedad.

Además, el Ministerio fortalecerá el sistema de vigilancia epidemiológica, llevando a cabo acciones de prevención, detección temprana, seguimiento y control para evitar posibles contagios en Ecuador. También se dirigirá una campaña informativa a la ciudadanía, con especial énfasis en grupos de población clave y vulnerables.

Mpox: cuáles son los síntomas y cómo se propaga la viruela

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 14 de agosto de 2024 una emergencia de salud internacional debido al brote de viruela del mono, conocido como viruela símica. El director general de la OMS, Tedros Adhanom, confirmó la decisión tras recibir recomendaciones del Comité de Emergencias de la entidad.

En lo que va de 2024, se han reportado más de 14.000 casos globales de viruela del mono, con 524 muertes confirmadas, aunque algunas organizaciones estiman que los casos superan los 17.000.

La viruela del mono es causada por el virus Orthopoxvirus y se manifiesta con síntomas similares a los de la viruela humana, aunque generalmente menos graves. Los síntomas incluyen ampollas en la piel, fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, ganglios inflamados y cansancio.

La transmisión del virus puede ocurrir a través del contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, lesiones cutáneas, saliva, mordeduras de animales infectados, consumo de carne de estos animales, actividades sexuales sin protección, besos y la utilización de ropa o sábanas contaminadas.