Cada 10 de agosto escuchamos la palabra mágica: refundar la patria. Con esta idea en mente, me propuse analizar los tuits—aburridos y banales, por cierto—que conmemoraban el 10 de agosto, el Primer Grito de Independencia, en la red social X. Entre la vasta cantidad de alocuciones, el mensaje general coincidía en temas como: compromiso con ideales, justicia, unidad, un futuro mejor, una nueva nación, libertad, recuperar la patria, salir adelante, etc.

Es inevitable reflexionar sobre el futuro del Ecuador en los próximos meses, cuando nuevamente acudiremos a las urnas para elegir presidente, vicepresidente y asambleístas, esta vez por un periodo de cuatro años, como manda la Constitución.

La cuenta regresiva ya ha comenzado. A la fecha de redacción de esta columna, se prevé que el 17 de agosto sea la fecha límite que el CNE disponga para la realización de las elecciones primarias en los partidos y el anuncio de sus candidatos.

En los últimos días ya hay novedades al respecto. Así, lo que era un secreto a voces se ha hecho realidad: el presidente Noboa correrá por su reelección. También hay candidatos del correísmo y de los movimientos de izquierda, que aún dejan un atisbo de incertidumbre en cuanto a lograr una coalición completa. No podemos dejar de observar a los demás contendientes de derecha, quienes no superan el 5% de intención de voto.

La experiencia muestra que las elecciones las ganan aquellos candidatos que logran que el votante se identifique emocionalmente con ellos. En la vida cotidiana de los jóvenes, quienes “no están interesados en la política” porque tienen que trabajar para vivir y, hoy en día, además, cuidarse para no ser víctimas de la inseguridad latente que azota al país, surge la pregunta: ¿Qué sienten ante los próximos comicios?

Puede parecer prematura esta pregunta, pero es urgente no dejarla para después. Evidentemente, las cifras de los sondeos de opinión, como es usual en esta etapa del calendario electoral, reflejan un alto porcentaje de indecisos, con un 26%, según una encuesta reciente de Comunicaliza realizada a principios de agosto.

Más allá de los números, estas encuestas nos permiten apreciar el estado de ánimo de la población. Apreciados lectores, consideremos tres indicadores fundamentales que nos ayudan a entender cómo se sienten los jóvenes ante las elecciones de 2025:

Muy pocos candidatos se perciben como líderes que los convocan. El perfil de quien esté primero en intención de voto debe cumplir con ciertas características como autenticidad, firmeza, decisión, representatividad, integridad y coherencia entre lo que dice y lo que hace.

No están dispuestos a soportar más improvisaciones ni dobles discursos. La experiencia demuestra que quienes lideren el país deben tener una brújula clara sobre lo que se debe hacer, y, sobre todo, ejecutarlo sin excusas.

Si la autenticidad es un factor primordial, la medalla de oro es la conexión con los jóvenes, algo que a muchos candidatos les falta “a años luz”. Una conexión real con sus problemas y preocupaciones, porque las nuevas generaciones poseen una alta conciencia social.

Noboa logró captar esa intención en las elecciones pasadas, pero ahora su narrativa no puede seguir basándose en ser el “nuevo”. El desafío es convocar a sus votantes presentándose como el candidato que rompió con el “establishment” de lo viejo, “el indomable”, como lo mencionó en su discurso de aceptación de la candidatura presidencial para 2025 en la convención nacional de su partido. Un dato a su favor es que Noboa ha logrado romper cierto vínculo de conexión entre el máximo líder del correísmo y los ciudadanos.