Diego Borja, compañero de fórmula de Luisa González en la candidatura presidencial por la Revolución Ciudadana, defendió su nominación como candidato a la vicepresidencia y subrayó la necesidad de unidad nacional ante la crisis que enfrenta Ecuador.

Borja, quien fue ministro de Economía durante el gobierno de Alfredo Palacio y presidente del Banco Central en la administración de Rafael Correa, se distanció de Alianza País en 2012 debido a fuertes desacuerdos con el manejo del poder y las finanzas públicas. Sin embargo, en la entrevista, justificó su regreso a la política junto a la Revolución Ciudadana, argumentando que la situación actual del país demanda que se dejen de lado las diferencias del pasado.

“Hoy enfrentamos un país absolutamente quebrado. Es necesario que todos los sectores que buscan el bienestar de Ecuador trabajen juntos, incluso si en el pasado hubo discrepancias”, afirmó Borja, quien describió el momento actual como uno de los más difíciles de la historia reciente del país.

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Borja también abordó las críticas dentro de la militancia de la Revolución Ciudadana por su nominación, algunas de las cuales lo han acusado de haber traicionado la causa correísta. A estas críticas, Borja respondió: “Soy empático con los temores de la militancia, pero nunca he apuñalado a nadie por la espalda. Mi objetivo es contribuir a la unidad y al rescate de Ecuador”.

El candidato a la vicepresidencia hizo un llamado a la convergencia de las fuerzas progresistas y no descartó la posibilidad de renunciar a su candidatura si eso facilitara un proceso de unidad más amplio. Asimismo, resaltó la importancia de fomentar la economía privada y la producción nacional para superar la crisis económica, destacando que la intervención del Estado debe centrarse en áreas estratégicas como la educación, salud y seguridad.

Finalmente, Borja se refirió a las declaraciones de Rafael Correa sobre la posibilidad de alianzas con sectores de la derecha nacionalista, sugiriendo que en un contexto de crisis, es crucial dialogar con todos los sectores que están comprometidos con el desarrollo del país, sin comprometer los principios fundamentales de justicia social y equidad.