María Corina Machado: ‘la mejor opción para Maduro es aceptar una transición negociada’

Ago 11, 2024

En medio de la creciente represión por parte del régimen de Nicolás Maduro, la líder opositora María Corina Machado se ha visto obligada a vivir en semiclandestinidad tras las recientes elecciones del 28 de julio. A pesar de que el Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como ganador, la oposición, liderada por Machado, ha publicado las actas de votación que dan la victoria a Edmundo González con el 67% de los votos. Este desafío a la legitimidad del régimen ha llevado a la apertura de una investigación penal en su contra.

En una entrevista para El País de España, Machado recordó sus palabras de hace 16 años sobre la importancia de la transparencia electoral, subrayando que hoy más que nunca, la lucha por la libertad y la justicia en Venezuela es crucial. Con el apoyo internacional, incluyendo países como Estados Unidos y organizaciones como el Centro Carter, la oposición busca una transición negociada que respete la voluntad popular expresada en las urnas. Mientras tanto, la represión se intensifica, con más de 2,000 personas detenidas desde las elecciones.

Machado, quien ha emergido como una figura clave en la oposición venezolana, destaca que el régimen de Maduro se encuentra en su punto más débil en 25 años, y asegura que la victoria social y política ya está de su lado. La comunidad internacional sigue atenta a los esfuerzos de países como Brasil, Colombia y México por mediar una salida negociada a la crisis.

A continuación la transcripción íntegra de la entrevista que concedió la líder opositora al medio español:

Pregunta. ¿Qué viene a partir de ahora?

Respuesta. En 25 años nunca habíamos estado aquí, con el régimen tan débil y nosotros con tanta fuerza. Esa farsa de que este es un país polarizado se cae, las bases del chavismo están con nosotros, las bases de las Fuerzas Armadas están con nosotros. La derrota social ya se la habíamos dado, nos faltaba ratificarla con números para que el mundo entero supiera lo que ya sabíamos nosotros. Hoy Maduro no tiene legitimidad producto de su escalada represiva, que es lo único que le queda. Cada vez es más rechazado, incluido por sus aliados, esto no había ocurrido antes. Maduro no está evaluando correctamente sus opciones, está atrincherado alrededor de una cúpula militar que es capaz de hacer mucho daño, como ha demostrado. El desafío es hacer que Maduro entienda que su mejor opción es aceptar los términos de una transición negociada. Muchos países, muchos gobiernos están alineados en torno a eso.

P. Brasil, Colombia y México tratan de impulsar una salida negociada a la crisis. En torno a esta iniciativa se ha unido la mayor parte de la comunidad internacional. ¿Se puede decir que ya hay una negociación en marcha?

R. Se puede hablar ya de transición, no sé si de negociación. Para que exista negociación se requiere que las dos partes quieran. Nosotros estamos decididos, con cuatro condiciones. Primero, una negociación que parta del respeto a la soberanía popular del 28 de julio. Yo creo que es una posición que une a todos los países del mundo cuando dicen que hay que tener una verificación imparcial de las actas. Las nuestras están a la orden para que quien quiera analizarlas, verificarlas, pueda hacerlo, para eso está nuestra base de datos abierta. Segundo, es una negociación para la transición, no para compartir el poder u otras ideas que han surgido. Tercero, es una negociación en la que nosotros estamos dispuestos a dar garantías, salvoconductos e incentivos [a Maduro y al chavismo], sobre los cuales no voy a elaborar porque evidentemente es inconveniente hacerlo y sería objeto de la propia negociación. En cuarto lugar, una negociación en la que el país que eligió a sus líderes y representantes se sienta bien representado.

P. Ese escenario queda aún lejos. ¿Cuál es el objetivo prioritario?

R. Parar la represión. Si algo tengo que pedirle a la comunidad internacional es que esto no ha tenido la denuncia que amerita. Estamos hablando de que Maduro alardea diariamente de que tiene más de 2.000 detenidos, se están llevando a los testigos electorales de sus casas, están buscando a quienes fueron voluntarios el día de la elección.

P. ¿Cuáles son las líneas rojas? ¿Qué no es negociable?

R. No es negociable el resultado del 28 de julio, la soberanía popular no es negociable. Por favor, ¿en qué cabeza cabe que se haga otra elección? Aquí ya hubo una, bajo los términos del régimen, con una campaña absolutamente desigual. Bajo sus términos fuimos, con sus máquinas, con sus actas… Nosotros las actas que tenemos son documentos oficiales del CNE. Bajo sus reglas, ganamos, el mundo sabe que arrasamos.

P. Los tres países que impulsan una salida están gobernados por la izquierda, en las antípodas ideológicas de usted. ¿Qué confianza le inspiran?

R. Hay claridad en el mundo de que Venezuela no es un tema de izquierdas y derechas. Es una discusión, una lucha, mucho más trascendente. Esto tiene que ver con libertad contra totalitarismo; con justicia contra el régimen más corrupto del planeta; con estabilidad democrática frente a un régimen que agita la estabilidad no solo de Venezuela, de la región. Tiene que ver con temas esenciales de derechos humanos. Sobre Venezuela hay una alineación muy importante incluso en países con enorme tensión, como Estados Unidos. O en Europa, ¿en cuántos temas hay unanimidad absoluta de los 27?

P. Pero, ¿qué le parece el papel de Brasil, Colombia y México?

R. Tengo que reconocer que el comportamiento de estos países desde antes del proceso electoral ha sido el correcto. Han contribuido en momentos cruciales a dejarle claro a Maduro que no celebrar la vía electoral era una línea roja. Lo reconozco y lo agradezco. Con el único que no he tenido interacción ha sido con el Gobierno de México. De la elección para acá, los países que han reconocido la victoria de Edmundo han tomado una posición correcta, pero puedo entender que haya países que tengan una posición más prudente para mantener el canal de comunicación con el régimen. Yo soy liberal, todo el mundo sabe lo que pienso. Pero más allá de afinidades ideológicas, esos tres países entienden muy bien que a Maduro lo único que le queda es la violencia, como él advirtió. Estos tres países entienden el peligro enorme que tiene para América Latina que Maduro pretenda aferrarse al poder por la fuerza. Eso produciría una ola migratoria de tres o cuatro millones de personas a corto plazo.

P. En la primera conversación que mantuvieron los presidentes de esos países se planteó que en el centro de la negociación estuviese Edmundo González. ¿Usted estaría dispuesta a no estar en el centro, a ceder protagonismo?

R. En el centro están los venezolanos y Edmundo es el presidente electo. Ahora, la realidad es que son los venezolanos quienes eligen a sus representantes, lo hicieron en las primarias y el 28 de julio. Quienes tenemos la responsabilidad y la legitimidad somos Edmundo y yo, y no es la comunidad internacional quien elige a los representantes de los venezolanos. Ni mucho menos Maduro, que lo ha hecho en el pasado. Edmundo y yo somos un equipo, un bloque indisoluble.

P. Hay otro grupo de países y líderes, como el argentino Javier Milei y otros presidentes y expresidentes latinoamericanos, que siempre le han dado su apoyo y piden soluciones mucho más drásticas, que no son partidarios de una negociación o quieren que haya más sanciones al chavismo. ¿Qué les dice?

R. Todos queremos lo mismo, todos queremos una transición pacífica y ordenada. Muchos de ellos han insistido que es un proceso urgente. Hoy en día Maduro siente que el costo de reprimir es cero, que puede matar jóvenes, desaparecer líderes, y el costo es cero. Hay que hacerle entender que el costo de la represión es elevado y, por lo tanto, que su mejor opción es aceptar los términos de una transición negociada.

P. Edmundo González firmó un comunicado esta semana como “presidente electo”, lo que ha generado mucha polémica, trayendo a la memoria a Juan Guaidó, que se proclamó presidente interino de Venezuela en 2019. ¿Qué le pareció?

R. Le respondo usando palabras del presidente chileno, Gabriel Boric. Aquí el autoproclamado es Nicolás Maduro. Edmundo González es el presidente electo porque así lo demuestran los resultados y las actas oficiales. No mezclemos, porque no tiene nada que ver la experiencia del interinato con lo que ocurre ahora, que es producto de más de 12 millones de personas que votaron. Eso lo saben los venezolanos y lo sabe el mundo.

P. ¿En quién confía dentro del chavismo y del círculo cercano a Nicolás Maduro?

R. No conozco a nadie del círculo cercano a Maduro. Ya no es un tema de confianza, sino de alineación de incentivos. Ellos sí saben que soy una persona de palabra y saben que la cumplo.

P. ¿Cree que les van a detener a usted o a Edmundo González?

R. En Venezuela todo es posible, siento que en su desesperación Maduro ha optado por la vía más peligrosa, atrincherarse, rodearse de un alto mando militar. Creo que es un enorme error de él y un enorme riesgo para los venezolanos.



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