¿Gracias Sade? Muchos podrán decir que es una frase que no aplica, dado que la actual ministra de Ambiente, Agua y Transición Ecológica ha sobresalido en su cargo y no precisamente por una buena gestión. Como profesional en el área ambiental puedo decirles que jamás antes vi a ciudadanos, medios de comunicación y hasta políticos tan interesados en la gestión ambiental como ahora. Por años y, desde hace varios gobiernos, la gestión del ministerio de Ambiente ha dejado mucho que desear, como dice el dicho cuando no queremos decir que ha sido ineficiente o casi inexistente.

Desde el nombramiento de la actual ministra en 2023, quien fue la más joven en asumir una cartera del Estado, su gestión ha estado envuelta en escándalos. Primero, por su poca experiencia, después por la entrega de permisos ambientales en tiempo récord y no a cualquiera, sino a un proyecto de la esposa del Presidente de la República y en una área protegida; por tomarse fotos con una delegación de un país inexistente; por la falta de control ambiental, en especial en mineras ilegales en la Amazonía y a vista y paciencia de autoridades.

Desde que recuerdo la gestión de este ministerio se ha caracterizado por los retrasos en trámites y permisos ambientales, por tener un software SUIA sin actualizaciones, por la falta de personal competente, entre otros, y esto no ha cambiado.

Para los que no lo saben, los permisos ambientales son los que permiten que todo proyecto inicie o no. ¿Imaginan que un permiso tome en promedio entre tres y cinco años e incluso más? Esto genera pérdidas millonarias en proyectos de crecimiento económico, en especial si son proyectos del sector estratégico, o cuando se entregan permisos a proyectos en áreas sensibles, eso puede significar un daño ambiental irreversible y en ambos casos lo social se ve afectado.

Al parecer, este Gobierno como los anteriores, no ha sabido dimensionar como interactúa esta cartera de Estado con el ministerio de Finanzas, de Energía y el sector de la producción. La ven como la encargada de cuidar árboles y pajaritos, nada más equivocado y alejado de la realidad, porque su importancia va mucho más allá.

¿Qué ha hecho la ministra entonces? Ha hecho que muchos la regresen a ver, que la gestión de esta cartera de Estado sea visible, quizá no por las razones correctas, pero ahora muchos hablamos y exigimos mejoras en este ministerio.

Hoy podemos sentir la unión entre ciudadanos, activistas, políticos y el periodismo trabajando juntos para cuidar la mayor riqueza que tenemos, algo que no vi en más de 20 años como profesional.
Si esa unión y presión hace que la gestión de una de las carteras más importantes del Estado mejore, o que el siguiente Gobierno lo tome en serio, ahora que la ministra acepta que va como candidata a asambleísta, con todas las letras le digo: GRACIAS SADE.