Ray Kurzweil en su libro “la singularidad está más cerca“ indica que a corto plazo la mente humana se va a fusionar con la inteligencia artificial, liberándonos de las limitaciones biológicas mediante los interfaces cerebro-computadora” como el que Elon Musk está construyendo con Neurolink. Con el incremento de la capacidad computacional y reducción de costo de los chips nos lleva a lo que podemos catalogar como la era de la transformación.

En esta década hemos visto un permanente avance de la IA generativa cuyas aplicaciones ayudan en los sectores productivos, logísticos y académicos. También se están utilizando como instructores técnicos y tutores para el aprendizaje adaptativo que crearon notables avances y cambios en la educación superior que seguramente generarán focos de resistencia tanto en profesores como estudiantes.

Esto de avances ya no son en forma lineal, sino en forma exponencial, por ello terminan terminarán por imponerse. Para muestra un botón: tomemos nota del explosivo desarrollo del ChatGPT. Esto traerá importantes ahorros económicos tanto a las corporaciones como universidades y podrá generar productos, cursos, certificados y títulos en una forma más eficiente y menos costosa.

Para todas las personas que se esfuerzan constantemente para destacarse en sus campos, el trabajar en armonía con la IA podrá aumentar su capacidad de resolver problemas más grandes a medida que se avance en la construcción de modelos mentales.

Seguramente las personas más exitosas del mundo como Warren Buffet, Bill Gates, Elon Musk, no necesariamente son más inteligentes que otros seres humanos, pero han desarrollado y desarrollan mejores modelos mentales que los aprenden a aplicar entendiendo cómo funcionan las cosas de su interés en el mundo y utilizan esos conceptos para filtrar sus decisiones, estrategias y ejecución.

Nuestro desafío está en cómo entender esos sesgos cognitivos, traducirlos a modelos mentales que podemos construir en una forma más útil que debemos aprender a dominar, como son la ley de Metakalfe enunciada en 1976, quien es conocido por haber inventado el protocolo de comunicaciones de Ethernet que establece que el valor de una red aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de usuarios conectados a ella. Esto indica que conforme se añaden más usuarios a una red, el valor de total de la red se incrementa no linealmente, sino en una proporción cuadrática; y el principio de Pareto (regla 80/20 para la priorización) qué lleva el nombre del economista Wilfredo Pareto quien dio cuenta de esa relación en un artículo en 1896, donde señaló que el 20% de los insumos como trabajo tiempo o esfuerzo a menudo conducen al 80% de los resultados como un modelo efectivo para tomar decisiones de priorización.

Estos modelos mentales pueden aprovechar de la capacidad cognitiva e inteligencia en una manera eficiente y efectiva que permite multiplicar los resultados a lo largo del camino. Un cambio tecnológico transformador puede generar descubrimientos, innovaciones y potenciar nuevas capacidades que nos llevan avances en eficiencia de fabricación, de diseño o evolución y transformaciones significativas

Aquí nos podemos preguntar qué factores distinguen a estos líderes del resto, y quienes serán los que se quedan rezagados. También surge la interrogante de ¿cuáles eran los factores y tendencias de mediano y largo plazo y qué elementos pasaron al olvido?, ¿Cuáles eran los nuevos comportamientos y prácticas que den signos de los cambios significativos en la cultura y las expectativas sociales?

Para dar forma a este futuro se requiere de visión, planificación, deseo de cambio y por encima de todo comunicación para que todo el mundo pueda remar en la misma dirección, en otras palabras que todas las partes interesadas hagan un esfuerzo sincrónico para esta transformación. Esto permite dar forma al futuro de las instituciones, de las empresas y de los países, cumpliendo adecuadamente con la gestión de visión, con los requisitos críticos de liderazgo, la valentía de lanzarse este futuro, tener la flexibilidad, resiliencia y resistencia adecuados como atributos vitales que acompañen a este liderazgo para lograr las metas de formas nuevas y distintas.

Sobre todo, requiere una transformación de pensamiento y evolución de los enfoques, acompañado del desarrollo de nuevas ideas y soluciones donde la planificación colaborativa y el compromiso son esenciales para lograr un cambio profundo y duradero. Para ello es indispensable entender cuáles son las barreras tanto en tendencias como oportunidades para abordar las múltiples opciones estratégicas y tácticas y crear un modelo de ganar- ganar que compromete y beneficia a todos.