La reciente caída en los mercados financieros ha reavivado los temores de una posible recesión en Estados Unidos, sorprendiendo a los inversores que habían apostado por la solidez de la economía estadounidense, reseña la BBC. Este desplome se desencadenó tras la publicación de un informe sobre el mercado laboral en EEUU el viernes pasado.
El informe reveló una desaceleración inesperada en el mercado laboral estadounidense. La tasa de desempleo aumentó al 4.3% en julio, el nivel más alto en casi tres años, mientras que la creación de empleos se situó en 114.000, muy por debajo de las expectativas de 175.000 nuevos puestos. Este debilitamiento en el empleo ha suscitado inquietudes sobre una posible recesión económica.
La noticia provocó una reacción en cadena en los mercados financieros globales. Este lunes, las bolsas de Asia, Europa y Estados Unidos se desplomaron:
- EEUU: El índice S&P 500 bajó un 4%, el Dow Jones perdió 1,197 puntos (un descenso del 3%), y el Nasdaq, enfocado en tecnología, cayó un 5.5%.
- Europa: El índice Ibex 35 en España descendió un 3%, marcando su peor jornada desde marzo de 2023.
- Japón: El índice Nikkei sufrió un histórico desplome del 12.4%, la caída más pronunciada desde 1987, aunque se recuperó parcialmente el martes.
El desplome en Japón fue agravado por la rápida apreciación del yen tras el aumento de tasas de interés por parte del Banco de Japón. Esto afectó a los inversores que habían tomado prestado yenes para invertir en otros mercados, contribuyendo al colapso de los índices bursátiles.
Las acciones de las grandes empresas tecnológicas también se vieron afectadas. La incertidumbre creció con noticias como el recorte de 15.000 puestos de trabajo por parte de Intel y rumores sobre retrasos en nuevos productos de Nvidia. Estas noticias añadieron presión a un sector ya vulnerable a las percepciones del mercado.
A pesar de la caída de los mercados, algunos analistas creen que es prematuro afirmar que EEUU está al borde de una recesión. Simon French de Panmure Liberum sugiere que las cifras de empleo podrían ser un evento puntual y no necesariamente un indicador de una tendencia recesiva.
El crecimiento económico de EEUU se mantuvo robusto en el último trimestre, con una tasa anual del 2.8%, superior a la de muchos países desarrollados. Economistas como Dario Messi de Julius Baer pronostican un crecimiento más lento pero sólido, con un riesgo limitado de recesión en los próximos 12 meses.
Los inversores y economistas estarán atentos a los datos del mercado laboral en agosto. Si la debilidad persiste, la Reserva Federal podría verse obligada a acelerar los recortes en las tasas de interés para estimular la economía. Sin embargo, en este momento, las proyecciones siguen siendo inciertas.
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