Francisco Trejo es comandante militar del Ejército; asesor militar en la Subsecretaría de Defensa del Ministerio de Defensa; profesor de Institutos y Escuelas Militares y delegado ante el Comité Interamericano Contra el Terrorismo en la OEA Washington Seguridad. Exagregado de Defensa en Colombia.
Una de las situaciones más complejas en cualquier conflicto armado sea externo o interno es el sostenimiento operacional, es decir, contar con el personal, la logística y otros medios para enfrentarlos, es lo que se llama las capacidades operacionales. Es cierto que la inseguridad es un tema prioritario y al que el Estado debe enfrentar con todo su poder, de lo contrario las acciones de las organizaciones criminales- terroristas pueden disputar este poder al mismo Estado.
Una de las medidas tomadas y creo con acierto es el apoyo e involucramiento de Fuerzas Armadas en la lucha contra estos grupos, para lo cual la institución viene ejecutando un Plan de Transformación en cuanto a su doctrina, empleo y capacidades operacionales.
Las operaciones militares para ello han sido permanentes bajo la normativa de los estados de excepción y con un diseño operacional de Fuerzas de Tarea y Bloques de Seguridad en las provincias de mayor conflictividad: Esmeraldas, Manabí, Guayas (cantón Durán) Los Ríos. Los resultados han sido evidentes y la ciudadanía los reconoce así, aunque este sostenimiento operacional permanente va desgastando a las fuerzas militares y si no se dispone de un sistema de rotación y del personal suficiente se puede llegar al agotamiento táctico.
El Ministro de Defensa Nacional, Giancarlo Loffredo, en una entrevista con el periodista Carlos Vera, manifestó “que ya se encontraba autorizado el llamamiento a 5.000 reservistas para ser empleados en el conflicto interno”. Si es así, esta medida es a corto plazo, porque las reservas militares son civiles que pasaron por el servicio militar y a pesar de los reentrenamientos, no estoy convencido que sea lo adecuado emplearlas para este tipo de conflictos. Las operaciones militares, por su magnitud y complejidad, deben ser ejecutadas por soldados profesionales, bien entrenados y capacitados en combate urbano e intervenciones y operaciones especiales. Quizá los reservistas puedan colaborar en actividades administrativas y de control en ciertas áreas específicas, bajo el mando y control de comandantes profesionales.
Para lograr la pacificación es necesario degradar a las mafias narco-terroristas con acciones permanentes, se requiere de por lo menos 10 años de operaciones complementada por una acción integral del Estado eficiente. Por tanto, la solución para mantener una Fuerza Operativa eficaz, es ejecutar un adecuado sistema de rotación, medidas de bienestar de personal complementadas por capacidades que permitan este sostenimiento operacional.
Ante este panorama no se puede solucionar solo con el llamado a los reservistas, esto debe servir hasta que se formen y preparen a soldados profesionales, que en el caso de Fuerzas Armadas son de cuatro años para oficiales y dos para personal de tropa. Por lo que es imperiosa la necesidad de aumentar un pie de fuerza en niveles adecuados para cubrir estas necesidades, el esfuerzo presupuestario es grande, pero para que Ecuador salga de esta situación y se encamine hacia un desarrollo económico y social se necesita paz y seguridad.
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