La dispersión mata

Jul 31, 2024

Por Aurelio Dávila

En Química, dispersar significa mezclar dos o más substancias que normalmente no se disuelven y que no reaccionan químicamente entre sí. En la política ecuatoriana, dispersar significa que dos candidatos de la misma tendencia se lanzan al ruedo y que por su egolatría no logran unirse para obtener mayor votación y normalmente no llegan al poder. También se lo conoce como “chimbadores”.

En nuestra reciente historia democrática (últimos 50 años), pocas ocasiones dos candidatos de la misma tendencia han llegado a la segunda vuelta. Revisemos. En 1979 el populismo de Roldós venció a la derecha de Sixto. Cinco años más tarde, la derecha de León Febres Cordero derrotó al centro izquierda de Borja. En 1988, Rodrigo Borja y su postura de centro izquierda derrotó al populismo de Abdalá Bucaram. Para 1992, por primera vez, dos candidatos de la misma tendencia – derecha – llegaron a la segunda vuelta, donde Sixto Durán Balleñ derrotó a Jaime Nebot. En 1996 el populismo de Abdalá Bucaram vencía a la derecha de los socialcristianos con Jaime Nebot. Para terminar el siglo 20, en 1998 Jamil Mahuad, de centro izquierda, vencía al populismo de Álvaro Noboa.

Este siglo cambió y en los primeros años, dos tendencias de similares posturas, populistas, llegaron a la segunda vuelta, 2003 Lucio Gutiérrez derrotaba a Álvaro Noboa, en 2006 Rafael Correa hacía lo propio, nuevamente, con Álvaro Noboa y el mismo Rafael Correa en 2009 vencía a Lucio Gutiérrez, esta vez en la primera vuelta.

Desde 2013, la disputa fue entre Rafael Correa o su candidato contra la derecha, y es así que en 2013 Correa, en una sola vuelta, ganó a Guillermo Lasso. En 2017, la historia sigue, pero esta vez, el populismo encabezado por Lenin Moreno gana en la segunda vuelta a Lasso y desde 2021, se vira la tortilla, ahora la derecha derrota al populismo, primero Lasso a Andrés Arauz y en 2023, Noboa con tendencia de derecha derrota a la postura populista de Luisa González.

En este siglo, la tendencia empezó con victorias contundentes del populismo y sólo en los últimos cinco años – uniéndose otras tendencias -, lograron vencerlo.

¿Qué se espera para 2025? La misma receta, en la primera vuelta todos contra el populismo– correísmo; y en la segunda vuelta, nuevamente, utilizar un discurso para vencer al populismo, pero no para que gane el país. Necesitamos propuestas propositivas más que enterrar a propuestas populistas.



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