La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un informe crítico sobre el proceso electoral en Venezuela, cuestionando la legitimidad de la victoria proclamada de Nicolás Maduro.

Publicado el 30 de julio de 2024, dos días después de las elecciones, el informe de la Oficina del secretario de la OEA, Luis Almagro, a través del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral, detalla varias irregularidades y prácticas cuestionables.

El secretario General destacó que la peor forma de represión es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones. Subrayó que la obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia y la transparencia del proceso electoral, proporcionando las máximas garantías de libertad política para que el pueblo pudiera expresarse en las urnas y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos.

Indicó que a lo largo de todo este proceso electoral, se observó la aplicación por parte del régimen venezolano de un esquema represivo complementado por acciones tendientes a distorsionar completamente el resultado electoral. Estas acciones permitieron que el resultado quedara a disposición de la manipulación “más aberrante”, que continúa hasta el día de la fecha.

“El régimen madurista burló a importantes actores de la comunidad internacional durante años y participó en un proceso electoral sin garantías, ni mecanismos ni procedimientos para hacer valer dichas garantías. El manejo doloso del resultado electoral fue aplicado de manera rudimentaria en muchos casos”, expuso la Secretaría de la OEA.

Finalmente, el comunicado dice que teniendo en cuenta que el comando de campaña opositor ya presentó las actas por las que habría ganado la elección y que el CNE no ha podido presentar las actas por las que habría ganado Maduro, se considera imperioso que Maduro acepte las actas en poder de la oposición y, en consecuencia, acepte su derrota electoral para abrir el camino al retorno a la democracia en Venezuela. ni reconocimiento democrático.