La Policía española desmanteló una red de trata de personas que explotó sexualmente a aproximadamente 600 mujeres, principalmente de origen colombiano y venezolano, en el último año.

Este operativo, que coincidió con el Día Mundial contra la Trata de Personas, resultó en la detención de 26 personas y la liberación de 32 víctimas.

La operación, que involucró once registros domiciliarios, resultó en la incautación de 40.000 euros en efectivo, un arma de fuego con munición, diversas drogas, vehículos, dispositivos electrónicos y documentación.

Las investigaciones comenzaron en junio de 2023, tras la denuncia de una víctima, y revelaron que la explotación se llevaba a cabo en casas de Madrid, Toledo y Málaga.

Las mujeres, captadas mediante falsas promesas de altos ingresos y buenas condiciones de trabajo, vivían en condiciones deplorables.

Hacinadas en pequeños sótanos con camas separadas por cortinas, las víctimas eran constantemente vigiladas y amenazadas para mantener los estándares de belleza impuestos por los explotadores.

Este operativo marcó la primera colaboración de un cuerpo policial europeo con el Centro Especializado para la Lucha contra el Tráfico de Migrantes y Trata de Personas, establecido por la agencia Ameripol en Río de Janeiro, Brasil.

La red criminal se aprovechaba de la vulnerabilidad económica y personal de las mujeres en sus países de origen, utilizando empresas locales y contactos en las casas de explotación para atraer a las víctimas.