En su primer discurso desde el Palacio de Miraflores, luego de que su coideario chavista Luis Amoroso, presidente del Consejo Electoral, en una cuestionada decisión, lo proclamara ganador irreversible de las presidenciales del 28 de julio de 2024, Nicolás Maduro inició su intervención con el siguiente mensaje:

“Mi primer pensamiento es al padre creador: ¡Oh Dios que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, gracias por darle este triunfo a este pueblo que se lo merece, después de tanto sacrificio, resistencia y lucha. El triunfo de la paz, de la estabilidad, del ideal republicano, es el triunfo de las ideas de la igualdad”.

En esos términos se dirigió a sus electores, sin tomar en cuenta que él ostenta el cargo de Presidente de Venezuela desde el año 2013, luego del fallecimiento de Hugo Chávez, el 5 de marzo de ese año. Tampoco tomó en cuenta que Chávez gobernó el país desde 1998 y que en ese Gobierno él fue canciller y vicepresidente de la República, además de asambleísta constituyente y legislador del chavismo, desde 1998.
Es decir, desde hace 25 años.

Maduro, reelegido para un tercer mandato de seis años, también se dio tiempo para recordar que el 27 de julio fue el cumpleaños 70 de Hugo Chávez. “Nuestro comandante, es tu triunfo, este pueblo jamás te ha fallado, ¡que viva Chávez!, ¡Chávez vive! Y la patria sigue… qué bonita jornada hemos vivido. Lo dije: va a haber paz antes, y la hubo; durante, y la hay; y va a haber paz, estabilidad y justicia después del 28 de julio, a partir de hoy”, exclamó.

Sin embargo, enseguida cambió de forma radical su mensaje y arremetió contra la oposición: “Hoy sufrimos un ataque masivo al sistema de transmisión del CNE. Un hackeo masivo, así lo denuncio, ya sabemos quién lo ordenó, ya sabemos de qué país viene, pero no lo diré, hay que hacer justicia para nuestro pueblo. Felicito a los técnicos que lograron despejar un hackeo brutal”.
Según Maduro, no es la primera vez que ocurre algo así y denunció una guerra psicológica contra el pueblo, que incluye campañas diarias para favorecer “a los demonios y las demonias”, en alusión a los líderes de la oposición, aunque no citó nombres.

Y continuó: …”pero más pudo Cristo ante estas campañas, agradezco a todos los venezolanos que participaron, al Plan República, a la Milicia Nacional Bolivariana. A los más de 900 veedores e invitados internacionales que vinieron”.

Y lanzó una advertencia más: “El fascismo en Venezuela no pasará ni hoy, ni nunca” y, emulando a Amoroso, solicitó a la Fiscalía que investigue los supuestos ataques terroristas perpetrados al Sistema Electoral, al cierre de la jornada de este 28 de julio, a fin de determinar los responsables.

Luego dijo que el sistema electoral venezolano tiene un altísimo nivel de confianza, seguridad y transparencia, al que se le han aplicado al menos 16 auditorías; algo que, según él, ningún otro país lo hace. Y lanzó una advertencia a todos quienes pretendan poner en duda su triunfo en las urnas:

“No nos metemos en el sistema electoral de ningún país… Donal Trump denunció que le robaron la elección, no nos metimos en eso, ese es su rollo. Pido respeto a la Constitución, a los poderes públicos y a la vida soberana de Venezuela y a la voluntad popular”, enfatizó.

En el discurso amenazante, dijo haber sido víctima de campañas diarias en todas las redes sociales “para favorecer a los demonios y a las demonias, pero más pudo el pueblo de Cristo ante las campañas”, vociferó y agradeció a los miembros de las fuerzas del orden y a la milicia nacional bolivariana.

De igual forma, saludó y agradeció a más de 900 veedores internacionales que, según dijo, llegaron de más de 100 países y fueron testigos de la jornada democrática que vivieron los venezolanos, pretendiendo restar importancia al impedimento que decenas de delegados de gobiernos y de medios de comunicación de varios países, denunciaron que se les impidió el ingreso.