El compromiso ético y la responsabilidad social pilares de gobernanza  en seguridad

Jul 29, 2024

Por María Fernanda Noboa

María Fernanda Noboa es PhD es Estudios Internacionales, exdecana de Prospectiva Estratégica del IAEN. Es coordinadora de Ecuador del Grupo Mujeres en Seguridad y Defensa en América Latina y El Caribe.

La inseguridad en el país se tornó en un nudo gordiano que tan solo permite de modo difuso encontrar las puntas del ovillo y atarlas para comprender sus dinámicas que exigen de partida consolidar un sistema de seguridad orientado a políticas y programas claramente establecidos, diáfanos modelos técnicos administrativos (evaluación de eficiencia y eficacia), estructura organizacional situada, diversos niveles de gobierno y conducción de la seguridad, y enfoque prospectivo para afianzar la gobernabilidad de manera sostenible.

Un sinnúmero de analistas considera a Ecuador un laboratorio de estudio de las lógicas criminales por las particularidades y dinámicas criminales, y que las han valido la denominación de Conflicto Armado Interno (Decreto111 del 8 de enero de 2024). Vivimos en una desfiguración empírica y definicional de la problemática compleja de inseguridad en el país, derivadas de miradas lineales y resonancias de otros países que no se ajustan a condiciones propias. Ecuador es heterogéneo, fragmentado, con grandes conglomerados humanos marginalizados y pobres, con desarrollo desigual, crisis intergeneracionales, y limitados poderes económicos y tecnológicos.

Las claves de la inseguridad son concurrentes, azarosas, tejidas en  diversas violencias con señas peculiares; una de ellas es el vacío real de predicción, incertidumbre dinámica y evolución imprevisibles. Dichas violencias se han enquistado con mayor virulencia en territorios diversos y localizados, frente a lo cual los conductores del Estado y de la seguridad han asimilado que los viejos recetarios como la militarización de la seguridad pública y los estados de excepción darán resultados exitosos en la neutralización de actores y mercados criminales. ¡Nada más errado!

El diseño de Políticas Públicas y ejecución deben ser pensadas en contextos de volatilidad asumiendo responsabilidad social y compromiso ético frente a los ciudadanos. Por  ello, hay que prever fuerzas motoras, variables críticas, y tendencias para fortalecer capacidades organizacionales, con innovación y liderazgos transformacionales, base  de un Sistema de Seguridad Integral.

La preocupación ciudadana en un dominio caótico tensiona al sistema democrático y legitima paulatinamente que la inseguridad y violencia van para largo rato. Así inclusive en el Ïndice Global de Crimen Organizado 2023 sicariatos, extorsiones, y vacunas son ya un mercado criminal, sumándose una acción amplificadora de las prácticas discursivas en medios de comunicación y redes sociales.

De hecho, Ecuador ocupa el quinto lugar en el mundo en la percepción de inseguridad ciudadana, cifra  derivada del Informe Ley y Orden 2023 de la Consultora Internacional Gallup (el 65% de los ciudadanos ecuatorianos se sienten inseguros de transitar por las calles del país por las noches).  De igual modo, Ecuador ocupa el puesto 96 de 142 en el Índice Global de Estado de Derecho (2023), cifra preocupante que evidencia una baja resiliencia para enfrentar integralmente la problemática, preservando el Estado de Derecho.

Finalmente, urge desarrollar en el país un pensamiento estratégico efectivo, los conductores en los escenarios situados por la criminalidad, sortean carreras de obstáculos, por lo que no deberán caer en la trampa de decisiones coyunturales y búsquedas de certezas inmediatas sino el compromiso de recuperar la paz y los derechos de los ciudadanos.



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