En las últimas tres semanas, Ecuador ha experimentado temperaturas inusualmente altas debido a condiciones atmosféricas específicas. El aire seco en la troposfera está impidiendo la formación de nubes, especialmente en la Región Interandina, la zona centro y sur del Litoral, y en el centro y sur de la Amazonía. Esta falta de nubosidad ha llevado a temperaturas elevadas durante el día, particularmente entre las 10:00 y las 16:00 horas.

Guillermo Flores, analista de Pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), informó a El Comercio, que el 28 de julio se registró la temperatura más alta del año en Quito, en el sector de Tababela, con 28,1 grados Celsius. Según Flores, julio ha sido el mes más cálido hasta la fecha en 2024, superando a mayo y siendo uno de los más cálidos en comparación con el mismo mes del año pasado en Ecuador.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, este julio ha sido el más caliente registrado en la historia global, superando el récord del año anterior. Las altas temperaturas en Ecuador están acompañadas de vientos fuertes y niveles extremadamente altos de radiación ultravioleta, especialmente al mediodía.

El clima cálido y seco en Ecuador se atribuye a varias causas, incluyendo el calentamiento global y las condiciones secas que predominan frente a las costas del país. El aire seco en la atmósfera está impidiendo la formación de nubes, lo que contribuye a las altas temperaturas.

Guillermo Flores destacó que, aunque Ecuador está a las puertas de la temporada lluviosa, que comenzará en octubre, es posible que en agosto y septiembre se presenten lluvias o mayor nubosidad. Sin embargo, el clima soleado y las temperaturas altas seguirán predominando.

Flores aclaró que Ecuador no está atravesando una ola de calor en el sentido estricto del término, ya que para calificar como tal, se requeriría superar registros históricos de temperatura y mantener esas condiciones durante varios días. Lo que se experimenta actualmente son anomalías de temperatura. Sin embargo, las altas temperaturas y la elevada radiación ultravioleta presentan riesgos significativos, incluyendo un mayor potencial de incendios debido a la baja humedad en la vegetación.

Las condiciones actuales representan una amenaza para la salud y el medio ambiente, y se recomienda a la población mantenerse alerta y tomar precauciones para evitar los efectos adversos del calor extremo.