Al menos 12 niños, adolescentes y jóvenes murieron y decenas resultaron heridos en un ataque en un campo de fútbol en los Altos del Golán, una región de Siria ocupada por Israel, según informaron los servicios de emergencia israelíes y portavoces militares. Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) informaron que un misil impactó en la zona de Majdal Shams de ese territorio.
Este ataque es el más mortal en la región desde que comenzó la escalada de fuego entre el ejército israelí y Hezbolá a través de la frontera al inicio de la guerra en Gaza en octubre. Un video verificado muestra numerosas personas en un campo de fútbol y víctimas siendo llevadas en camillas hasta las ambulancias. Las autoridades israelíes confirmaron que todas las víctimas tenían entre 10 y 20 años.
Las FDI responsabilizaron a Hezbolá del ataque, pero Mohamad Afif, el director de la oficina de medios de la agrupación, negó cualquier relación con el incidente en Majdal Shams. Majdal Shams es una de las cuatro aldeas de los Altos del Golán, donde viven unos 25,000 drusos de habla árabe.
Horas después del ataque, la fuerza aérea de Israel atacó “objetivos terroristas” de Hezbolá en el Líbano, incluyendo alijos de armas e infraestructura terrorista. No está claro si hubo víctimas en estos ataques de represalia.
Antes de este ataque, Hezbolá se había atribuido la responsabilidad de cuatro ataques, incluido uno contra el cuartel general militar de la Brigada Hermón, en las laderas del monte Hermón, a unos tres kilómetros del campo de fútbol donde ocurrió la explosión.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que estaba de visita oficial en Estados Unidos, adelantó su regreso y prometió que Hezbolá “pagará un alto precio”. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, declaró que el país está enfrentando “una guerra total”.
El líder de la comunidad drusa en Israel, el jeque Mowafaq Tarif, condenó la “horrible masacre” y calificó el incidente como una violación de todas las líneas rojas posibles. El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó el incidente de “terrible y espantoso desastre” y aseguró que el Estado de Israel defenderá firmemente a sus ciudadanos y su soberanía.
El gobierno del Líbano también condenó el ataque y pidió un cese inmediato de las hostilidades. El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, dijo que no cree que Hezbolá haya llevado a cabo el ataque y condenó la matanza de civiles.
Estados Unidos y la Unión Europea también condenaron el ataque, y el enviado de la ONU, Tor Wennesland, instó a todas las partes a la moderación, advirtiendo que Oriente Medio está al borde del abismo y que el mundo no puede permitirse otro conflicto abierto.
La mayoría de los drusos del Golán, que representan el 1.5% de la población, han mantenido su lealtad a Siria. Israel les ofreció nacionalidad israelí cuando se anexó los Altos del Golán de Siria en 1981, pero solo una minoría la aceptó. La gran mayoría de la comunidad internacional no reconoce la anexión de la zona por parte de Israel.
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