Conozco que en el hospital del IESS de Manta, con la luz verde dada por el médico internista Dr. Fredy Benalcázar en base a todos los exámenes previos realizados a un paciente casi octogenario, la gastroenteróloga Dra. Lídice Abad -especializada en Cuba- al mediodía del reciente jueves 11 de junio practicó a ese adulto mayor una exitosa colonoscopia; ocurriendo que al finalizar el día, se le bloqueó la vía urinaria, por lo que con recomendación de la doctora vía fono, se procedió en una clínica a instalarle una sonda logrando la evacuación deseada, pero al otro día, ésta apareció con rastros de sangre, lo que fue creciendo; por ello, el viernes 12 el paciente acudió al urólogo Dr. Víctor Traverso, quien le recetó medicación y observación de resultados, los que no fueron favorables, ya que la inicial hemorragia fue aumentando; por ello, el lunes 15 a primera hora acudió al hospital del IESS donde el urólogo Dr. Javier Sabando, quien examinando al paciente y sus circunstancias cardíacas, lo hospitalizó y derivó a otro centro médico, para que utilizando el moderno Láser le practiquen la extracción de la glándula prostática que era la causante del sangrado, iniciándose también el preoperatorio y los trámites del caso. El martes 16 finalizados éstos y porque el hospital del IESS aún no cuenta con una ambulancia -nada es perfecto- no se realizó el necesario traslado, lo que con auxilio humanitario de una de la FAE sucedió el miércoles 17 a la “Clínica del Sol”.
Ahí, inmediatamente luego de una tomografia, el urólogo Dr. Damián Montes -especializado en Argentina- didácticamente informó al paciente y familiares, que dado el cuadro y circunstancias médicas vistas, le era imposible utilizar la técnica Láser; opinó que se lograría éxito con el método tradicional, abriendo la cavidad afectada para extirpar la crecida próstata y los coágulos de la hemorragia; lo que se realizó la tarde del jueves 18.
¿Porqué conozco estos detalles? Simplemente, generosos lectores, porque el paciente adulto mayor de este relato es este “Contador de Historias”; y lo difundo para recomendar a mis congéneres varones de unos 40 años o más, que previo a una colonoscopia, primero se traten la próstata, glándula que regularmente crece; claro, previo a los consejos de sus médicos, de manera que no les suceda lo que casi me impide llegar a mis prontos 80 añitos.
Lo publico para así mismo, agradecer al personal médico/administrativo del IESS y Clínica del Sol, a todos sus médicos especialistas, residentes, personal de enfermería y aseo, por la esmerada atención que recibí en esos entes.
Especial agradecimiento hacemos con mi familia -por su honradez y sapiencia- al rocafortense Dr. Damián Montes y a su equipo que participó en mi operación, que fue cuando ocurrió lo que titula esta nota. Agradecemos también las muchas llamadas, mensajes, etc. que hemos recibido por lo relatado y anticipadamente lo hacemos por todo lo que vendrá luego de esta públicación.
Termino agradeciendo a la Providencia, la que me permite seguir soñando y realizando lo constructivo que he procurado ser en esta vida, en la que aún me faltan algunas finales realizaciones. ¡Gracias, no tengo otra palabra que decir!
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