Recientemente, una serie de inspecciones realizadas por técnicos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) en diversos establecimientos, incluidos restaurantes, supermercados, panaderías y licorerías, revelaron graves infracciones que llevaron a la clausura de tres locales.

En una distribuidora de alimentos, se detectó que varios productos, como embutidos, harinas y pan, carecían de la notificación sanitaria obligatoria, así como de fechas de elaboración, caducidad y números de lote. Estas deficiencias contravienen las normativas establecidas para la comercialización segura de alimentos.

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Otro establecimiento también fue cerrado debido a la presencia de plagas, específicamente cucarachas, y una notable falta de higiene en el área de preparación de alimentos. Esta situación pone en riesgo la salud de los consumidores y viola las disposiciones de la Ley Orgánica de Salud que prohíbe la manipulación de alimentos en condiciones insalubres.

Además, un micromercado fue sancionado por la tenencia de 320 unidades de cigarrillos que no cumplían con los pictogramas obligatorios exigidos por la normativa nacional. La ausencia de estos pictogramas infringe las regulaciones sobre etiquetado de productos.