Este 22 de julio de 2024, seis exalcaldes de Quito —Andrés Vallejo, Roque Sevilla, Paco Moncayo, Augusto Barrera, Mauricio Rodas y Santiago Guarderas— manifestaron su desacuerdo con las propuestas ciudadanas para dividir la capital en nuevos cantones.
En una carta conjunta, destacaron que, aunque reconocen las demandas de los ciudadanos por mejorar su calidad de vida, la fragmentación territorial no es la solución adecuada.
Los exalcaldes señalaron que Quito ha atravesado un notable cambio en sus índices de empleo, pasando de ser la ciudad con el mayor nivel de empleo a tener una alta tasa de desempleo.
Además, mencionaron que la capital enfrenta serios problemas de violencia e inseguridad y un deterioro institucional. No obstante, enfatizaron que estos problemas no justifican la división de la ciudad.
La última propuesta para dividir Quito provino de ciudadanos del Valle de los Chillos, quienes en 2020 sugirieron que parroquias como Alangasí, Amaguaña, Conocoto, Guangopolo, La Merced y Píntag se constituyeran en un nuevo cantón.
Anteriormente, también se había planteado una iniciativa similar en el valle de Tumbaco, con la idea de que localidades como Cumbayá, Nayón, Puembo, Pifo y Tumbaco formaran un nuevo cantón.
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Aunque los exalcaldes no se refirieron a propuestas específicas, argumentaron que dividir Quito afectaría la integridad del territorio y de la jurisdicción histórica y administrativa de la ciudad.
Plantearon preguntas sobre la administración del Aeropuerto de Quito y la provisión de servicios básicos que actualmente gestionan las empresas municipales.
La concejala Analía Ledesma apoyó las declaraciones de los exalcaldes, sugiriendo que la solución no está en la división, sino en fortalecer y mejorar la administración y ejecución de recursos para las obras públicas. Ledesma señaló a Teleamazonas que este tema aún no ha sido discutido en el Concejo Metropolitano.
El Código Orgánico de Ordenamiento Territorial (Cootad) establece que los distritos metropolitanos deben tener un estatuto autonómico que defina su organización y competencias. Quito aún no ha creado este estatuto, lo cual es un requisito previo para una posible consulta popular sobre la estructura de la ciudad.
El concejal Wilson Merino consideró que este es un tema crucial para reorganizar la administración de la capital y criticó el modelo actual como obsoleto.
Finalmente, los exalcaldes resaltaron la importancia de desarrollar un estatuto autonómico para atender la diversidad de las zonas de Quito, en lugar de optar por la división territorial.
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