El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este domingo 21 de julio de 2024, su decisión de no buscar la reelección, poniendo fin a semanas de especulación sobre su salud física y mental y sumiendo al Partido Demócrata en una gran incertidumbre.

A sus 81 años, Biden se une a un exclusivo grupo de presidentes salientes que han abandonado sus aspiraciones de un segundo mandato, convirtiéndose en el primero en hacerlo en esta etapa de la campaña electoral. Su retiro se produce tras un controvertido debate con el republicano Donald Trump, que generó dudas sobre su agudeza mental.

En una carta publicada este domingo, Biden expresó:”Ha sido el mayor honor de mi vida servir como su presidente. Aunque mi intención era buscar la reelección, creo que es lo mejor para mi partido y para el país que me retire.”

También anunció que se dirigirá a la nación a finales de esta semana para ofrecer más detalles sobre su decisión y agradeció a quienes trabajaron arduamente en su campaña de reelección:

“Quiero agradecer a la vicepresidenta Kamala Harris por ser una socia extraordinaria y expresar mi más sincero agradecimiento al pueblo estadounidense por la confianza que han depositado en mí”.

La renuncia de Biden llega cuatro meses antes de las elecciones, alterando significativamente la carrera por la Casa Blanca. Esta decisión se produce tras un intenso escrutinio y presión por parte de sus compañeros demócratas, exacerbada por su rendimiento en el debate contra Trump en junio.

El anuncio también enmarca una campaña electoral que ha tenido numerosos giros, incluyendo un intento de asesinato contra Trump el 13 de julio durante un mitin.

Con la convención demócrata programada para el 19 de agosto en Chicago, el partido ahora debe encontrar un nuevo candidato. Aunque Kamala Harris, la vicepresidenta, es la opción más obvia, su candidatura no es automática y dependerá de la decisión de los 3.900 delegados del partido, cuyos perfiles son en su mayoría desconocidos para el público.

Biden ha manifestado su apoyo a Harris como su sucesora en la candidatura demócrata para las elecciones de 2024.