Paul McCartney afirmó recientemente en una entrevista con The Times que practica yoga ocular para evitar la necesidad de usar gafas.
Según el exintegrante de The Beatles, conoció estos ejercicios oculares en India hace algunos años y ha mantenido la práctica desde entonces, creyendo que ejercitar los músculos oculares puede reducir la necesidad de anteojos.
El yoga ocular incluye ejercicios diseñados para mejorar la salud y la funcionalidad de los ojos. Un ejemplo antiguo es el tratak kriya, una práctica de India que consiste en fijar la mirada en un objeto, como la llama de una vela, sin parpadear hasta que los ojos lagrimeen.
En el siglo XIX, el oftalmólogo William Bates también promovió ejercicios oculares a través de su método para mejorar la vista sin gafas, que incluía técnicas como mirar gráficos optométricos y realizar movimientos específicos con los ojos.
A pesar de la popularidad de estos métodos, la evidencia científica no respalda la efectividad del yoga ocular para corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.
Un estudio de 2018 en el *International Journal of Yoga* no encontró diferencias significativas en la agudeza visual o el error de refracción entre quienes practicaron ejercicios Bates o tratak durante ocho semanas.
Además, los oftalmólogos han rechazado el método Bates, argumentando que sus premisas son fisiológicamente incorrectas y potencialmente dañinas, como en el caso de la “solarización” (mirar al sol).
La necesidad de gafas se debe a la forma en que los rayos de luz se enfocan en la retina. La miopía ocurre cuando el punto de enfoque está delante de la retina, y la hipermetropía cuando está detrás.
El astigmatismo se debe a la forma irregular de la córnea, y la presbicia es un proceso natural de envejecimiento del cristalino. Los músculos involucrados en estos problemas de enfoque están dentro del ojo y no se ven afectados por los movimientos oculares externos promovidos por el yoga ocular.
Aunque el yoga ocular no puede corregir problemas de visión, hay varias prácticas y cambios en el estilo de vida que pueden beneficiar la salud ocular:
– Visitas regulares al optometrista: Revisiones periódicas para verificar la graduación de los anteojos, la presión ocular y la salud de la retina.
– Descansos al usar pantallas: Seguir la regla 20:20:20: cada 20 minutos, tomar un descanso de 20 segundos y mirar a más de 20 pies de distancia (6 metros).
– Pasar tiempo al aire libre: Ayuda a reducir la probabilidad de miopía en los niños.
– Dieta saludable: Dietas mediterráneas y verduras de hojas verdes pueden prevenir la degeneración macular, y una dieta rica en omega 3 puede aliviar los ojos secos.
– Uso de gafas oscuras de calidad: Para proteger los ojos del sol.
– Masaje de las glándulas de Meibomio: Aplicar una compresa tibia y un masaje suave en los párpados puede ayudar con los ojos secos.
En resumen, mientras que el yoga ocular no reemplaza la necesidad de usar gafas, existen muchas otras maneras efectivas de cuidar la salud ocular y mantener una buena visión.
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