El reciente proyecto de ley que busca prohibir la exhibición de animales faenados y crudos, entre otras medidas, ha generado polémica y rechazo en varios sectores productivos del país, especialmente entre los textileros y agropecuarios. En una entrevista exclusiva con Notimundo, a la Carta, el economista Rodrigo Gómez de la Torre, consultor agropecuario y ganadero, compartió su perspectiva sobre esta controvertida iniciativa legislativa.

Gómez de la Torre explicó que este proyecto de ley surge de una sentencia de la Corte Constitucional que reconoce a los animales silvestres como sujetos de protección de derechos. Aunque la corte dejó claro que los derechos de los animales no deben equipararse a los de los seres humanos, la Defensoría del Pueblo, encargada de elaborar el proyecto, no convocó a actores clave como Agrocalidad, el Ministerio de Agricultura y otros ministerios relacionados, lo que generó un sesgo político e ideológico desde el inicio.

“La Defensoría del Pueblo se olvidó convocar a las organizaciones técnicas relevantes, creando un proyecto sesgado políticamente,” afirmó Gómez de la Torre. “Este proyecto de ley utiliza el nombre de los animales para modificar patrones socioculturales de conducta, equiparando derechos de animales no humanos con los de los humanos desde su mismo título.”

El economista destacó las múltiples prohibiciones y sanciones del proyecto, incluyendo la prohibición de exhibir animales faenados, lo cual impacta directamente a la comercialización de productos básicos como pollo y pescado. Además, mencionó la prohibición de comercializar cuero y lana, afectando gravemente al sector textil.

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“Si no podemos comercializar productos básicos, ¿cómo espera el gobierno que sobrevivamos?”, cuestionó. “El sector textilero está en peligro, y eso es solo la punta del iceberg.”

Gómez de la Torre también expresó su preocupación por la salud pública, ya que el proyecto prohíbe el uso de venenos para controlar plagas como ratas y cucarachas. “No podemos matar masivamente a las ratas, pero, ¿cuál es el método más humanitario para hacerlo? ¿Eutanasia individual? Esto es impráctico y peligroso para la salud pública.”

En términos de producción agropecuaria, Gómez de la Torre enfatizó que los productores ya están comprometidos con el bienestar animal porque de ello depende su sustento económico. “Satanizar la actividad económica es un error. La agroindustria representa el 22% de la producción bruta nacional y emplea al 42% de la población económicamente activa del sector.”

Para Gómez de la Torre, la solución es un proyecto de ley que contemple a todos los actores relevantes y regule adecuadamente los diferentes tipos de animales. Propone clasificar animales de compañía, de trabajo, destinados a la producción, de experimentación, y sinantrópicos, asignando competencias claras a las instituciones pertinentes.

La entrevista dejó claro que el proyecto de ley, tal como está planteado, genera más preguntas y preocupaciones que soluciones. La revisión y ajuste de sus términos es esencial para evitar un impacto negativo en la economía y la salud pública del país.