Durante su visita a Trieste, Italia, el papa Francisco hizo una contundente advertencia este domingo acerca de las amenazas que enfrenta la democracia a nivel global, en un discurso frente a cerca de 1.000 personas reunidas en el Centro de Congresos para la clausura de la 50º Semana Social organizada por la Iglesia italiana.

El pontífice argentino lamentó el estado actual de la democracia mundial, señalando que “no goza de buena salud”. Citando al beato Giuseppe Toniolo, Francisco destacó la importancia de un orden civil que promueva el bien común y beneficie a las clases desfavorecidas.

Francisco denunció la exclusión social que afecta a los más vulnerables, criticando la “cultura del descarte” que margina a los pobres, los no nacidos, los enfermos, y otros grupos vulnerables. Sin mencionar nombres, el papa también alertó sobre las “tentaciones ideológicas y populistas” que dividen a las sociedades, haciendo un llamado a la unidad y al rechazo de políticas que niegan la dignidad humana.

El líder religioso expresó su preocupación por la creciente abstención electoral a nivel global, instando a educar a los jóvenes para resistir futuras tentaciones populistas. Subrayó que la democracia va más allá del mero acto de votar, requiriendo condiciones que permitan una participación plena y crítica desde una edad temprana.

Además, el papa Francisco criticó la polarización social y el asistencialismo superficial, advirtiendo que estas prácticas socavan la verdadera inclusión y solidaridad comunitaria. Enfrentar la indiferencia social, concluyó, es crucial para fortalecer los fundamentos democráticos y el respeto por el prójimo.