¿Cuántas veces al sentirse triste o después de haber llorado surge un gran antojo de comer algo dulce? La razón de este fenómeno es puramente biológica: estos alimentos aumentan los niveles de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y adrenalina, que actúan como antídotos para la tristeza y el estrés. Cuando consumimos azúcar, un aminoácido llamado triptófano cruza la barrera hematoencefálica y estimula la liberación de serotonina.
Un estudio de la Universidad de Lovaina en Bélgica demostró que esta mejora del estado de ánimo no es puramente subjetiva. Para evitar un posible efecto placebo relacionado con la presentación de los alimentos, se administró azúcar a voluntarios mediante una sonda gástrica después de inducir sentimientos de tristeza con música clásica y rostros melancólicos. A pesar de estas condiciones, su estado de ánimo mejoró tras la dosis.
Otras causas del deseo de comer dulce
- Descenso del nivel de glucosa en la sangre: La baja glucemia puede deberse a la restricción de la ingesta, especialmente después de técnicas quirúrgicas específicas. Esto provoca que el cerebro envíe señales de necesidad de reponer energía, y el azúcar se convierte en la elección más rápida y efectiva.
- Estrés y ansiedad: Ante situaciones de estrés, el cerebro aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que eleva el nivel de azúcar en sangre, explicando la necesidad de consumir dulces.
- Alimentación por placer: Los alimentos con hidratos de carbono simples, como el azúcar, promueven la liberación de dopamina, la hormona de la felicidad, mejorando temporalmente el estado de ánimo en situaciones de ansiedad.
- Dietas muy estrictas: Las personas que siguen dietas estrictas a menudo eliminan los carbohidratos, lo que puede llevar a una mayor necesidad de azúcar por su sabor agradable y rápida satisfacción.
- Aburrimiento extremo: Estudios indican que la tristeza o el aburrimiento afectan la relación con la comida. Comer alimentos dulces puede ser una respuesta a estados emocionales negativos como la depresión, ansiedad o soledad.
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Fisiología del azúcar y felicidad
El cuerpo produce serotonina a partir del triptófano. Al ingerir azúcar, la serotonina aumenta porque el triptófano penetra la barrera hematoencefálica gracias a la insulina. Esto explica por qué el azúcar nos hace sentir temporalmente más felices.
Control del consumo de dulce
Para regular el deseo de comer dulce de manera más saludable, se recomienda sustituir estos alimentos por otros ricos en triptófano, como plátanos, carne de res, pavo o frutos secos. Además, se pueden adoptar hábitos saludables que incluyan una dieta balanceada con suficientes proteínas y fibra, gestión de los niveles de estrés, dormir adecuadamente y controlar las porciones de alimentos.
A largo plazo, investigaciones sugieren que una dieta rica en azúcar puede afectar negativamente el estado de ánimo, la digestión y aumentar la inflamación intestinal. Consumir regularmente alimentos azucarados puede causar fluctuaciones drásticas en los niveles de azúcar en sangre, llevando a ciclos repetitivos de deseo y consumo de azúcar.
Consejos para gestionar los deseos de azúcar
- No eliminar grupos de alimentos completos: Llevar una dieta balanceada que incluya suficientes proteínas y fibra.
- Gestionar los niveles de estrés: Practicar técnicas de reducción del estrés como meditación y ejercicios de respiración.
- Dormir lo suficiente: Asegurarse de dormir entre siete y ocho horas de calidad por noche.
- Controlar las porciones: Manejar el tamaño de las porciones cuando decidas darte un capricho.
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