El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha tomado la decisión de destituir a más de 300 funcionarios del Ministerio de Cultura, alegando que estos empleados promovían agendas no alineadas con la visión de su Gobierno. Según Bukele, esta medida también permitirá ahorrar fondos públicos.

En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Bukele anunció: “En estos momentos, el nuevo ministro de Cultura, Raúl Castillo, procederá a la destitución de más de 300 empleados del Ministerio, quienes promueven agendas que no son compatibles con la visión de este Gobierno”. El presidente añadió que esta acción es parte del “camino” que el pueblo salvadoreño eligió con sus votos, refiriéndose a la medida como una “medicina amarga”.

El nuevo ministro de Cultura, Raúl Castillo, respaldó la decisión del presidente y enfatizó su compromiso con la protección y promoción de los valores y la cultura del país. Castillo consideró la reestructuración del Ministerio como una tarea impostergable.

Bukele reiteró en su mensaje que con esta medida “ahorraremos fondos públicos en el proceso” y subrayó que seguirán el camino elegido por la gente. Esta decisión se alinea con la promesa que Bukele hizo durante su investidura para un segundo mandato consecutivo el pasado 1 de junio, donde se comprometió a “sanar” la economía tras abordar la violencia generada principalmente por las pandillas.

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En su discurso de investidura, Bukele afirmó: “Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”.

Según una reciente encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop), el 73.7% de la población considera que el principal problema del país está relacionado con factores económicos. Además, el 25.8% de los encuestados señaló que el mayor fracaso del Gobierno de Bukele ha sido en el ámbito económico.

El sondeo también reveló que el 60.5% de los salvadoreños cree que la economía ha empeorado o se mantiene igual al final del quinto año del primer mandato de Bukele. Además, el 69.2% expresó que su economía familiar ha empeorado o sigue igual.

Bajo la administración de Bukele, El Salvador ha mostrado un crecimiento económico lento en comparación con otros países de Centroamérica y sigue dependiendo en gran medida de las remesas familiares, que anualmente representan más de 8,000 millones de dólares.

El economista José Luis Magaña, en declaraciones a EFE, destacó que la pobreza extrema monetaria en El Salvador “se ha duplicado”, pasando de 86,000 hogares en 2019 a 170,000 en 2023. Los datos oficiales indican que el porcentaje de pobreza general ha aumentado del 22.8% al 27.2% de los hogares.