En una reciente entrevista con la magister Catherine Herrera, consultora política en seguridad pública, se abordó el preocupante fenómeno del reclutamiento de niños por mafias del narcotráfico en Ecuador. La conversación, transmitida por el programa radial “Seguridad en Acción,” puso de relieve los factores que están llevando a muchos menores de sectores periféricos a ser incorporados a estas organizaciones criminales.

Herrera explicó que la investigación titulada “Doble Criminalización en Cantones Considerados Altamente Peligrosos,” publicada en la revista “Vistazo,” revela cómo los niños y adolescentes de provincias como Esmeraldas, Guayas y Los Ríos están siendo doblemente criminalizados. “Existe una ausencia parcial o completa del Estado en ciertos sectores, privando a los niños de derechos fundamentales como salud y educación,” señaló Herrera.

La consultora destacó que la pobreza extrema y la falta de oportunidades son factores determinantes que hacen que estos menores vean en el narcotráfico una opción viable. “El Estado no provee empleo ni educación, y estos niños crecen sin una hoja de ruta definida. Los grupos de delincuencia organizada les ofrecen sentido de pertenencia, estabilidad económica y, en algunos casos, hasta un rol de liderazgo,” comentó.

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Herrera también enfatizó la necesidad de una respuesta integral del Estado. “La política de mano dura no es suficiente. Es crucial que el gobierno central, provincial y local trabajen juntos para intervenir en estos sectores, proporcionando servicios básicos, empleo y programas extracurriculares que alejen a los jóvenes del crimen organizado,” argumentó.

Según datos recopilados en su investigación, el reclutamiento de menores por mafias comienza desde los 8 o 9 años, entrenándolos para actividades como microtráfico y sicariato. “Estos niños son mano de obra barata y fácilmente manipulable. El año pasado, se registraron 770 muertes violentas de niños, niñas y adolescentes, una cifra espeluznante,” indicó Herrera.

La entrevista concluyó con un llamado a la acción. “No podemos seguir enfocándonos solo en el efecto sin entender el contexto. Necesitamos una intervención estatal que abarque desde la educación y el empleo hasta la recuperación del tejido social,” afirmó Catherine Herrera.