Luis Chonillo, alcalde de Durán, dijo que no sabía que le iba a tocar administrar una “ciudad en tiempo de guerra”. Mientras que afirmó que ha sido un desafío enfrentar “una guerra” sin recursos, “es difícil pero no imposible y lo estamos haciendo”.
El burgomaestre, expresó su intención de transformar Durán, aunque “hay una intención de frenar el avance”.
Mencionó que los altos índices de violencia colocan a Durán como una de las ciudades más peligrosas del mundo, con 145 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en 2023, cifra que supera a algunas ciudades mexicanas categorizadas como violentas. Y para este año, de acuerdo a las cifras registradas, habrá un escenario similar.
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Ante ello, destacó la necesidad de intervención del Gobierno central para desplegar fuerzas públicas y combatir la violencia, permitiendo a los funcionarios locales reconstruir el tejido social y recuperar espacios públicos.
“Aquí tienen a un alcalde y a una ciudad que está esperando con los brazos abiertos para decir vamos y trabajemos en su competencia”, expresó.
Instó a las autoridades gubernamentales a tomar decisiones técnicas y estratégicas sostenidas en materia de seguridad, así como a seguir proporcionando recursos para enfrentar lo que describió como “una crisis y una guerra” y empezar con las obras sociales.
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