En los últimos dos años, Petroecuador ha cambiado de gerente en diez ocasiones, lo que revela una notable inestabilidad en su dirección. Este periodo tumultuoso ha coincidido con una marcada reducción en la producción diaria de petróleo. De los 380 mil barriles que solía producir diariamente, la empresa estatal ha experimentado pérdidas significativas. En un solo día, esta disminución representó una pérdida de 7.5 millones de dólares, calculado con un precio promedio del barril de 70 USD. Según el sitio web de la empresa al 24 de junio de 2024, la producción auditada y fiscalizada por Petroecuador fue de 308,167 barriles.

Reinaldo Armijos, quien ocupó el cargo de gerente general de Petroecuador EP entre octubre y diciembre de 2023, dialogó con la redacción de Ecuador en Vivo para abordar esta caída en la producción, que marca el peor descenso registrado en los últimos años.

¿Cuál es su análisis sobre la disminución de la producción petrolera?

La erosión del río Coca y el cierre de operaciones del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE) en el kilómetro 504, cerca de la zona de Lumbaqui, pudieron evitarse. Se cuentan con estudios geológicos desde hace muchos años, y el último informe estaba listo para ejecutarse el año pasado. Se debió comenzar a trabajar en marzo, pero los ejecutivos actuales no cumplieron con su labor, y el resultado es este. La última administración (enero a mayo de 2024) es responsable por no haber tomado con seriedad la situación, que era controlable mediante ingeniería y estudios. En 9 kilómetros, era necesario realizar cambios en la ingeniería y topografía, ya que se conocen los taludes en la zona del río. En febrero de 2023, enfrentamos una situación similar con el río Marker, cuando el país perdió 300 millones de dólares debido a la suspensión del bombeo por una semana. Es inaceptable que, teniendo la solución y el plan de trabajo, volvamos a sufrir pérdidas millonarias.

Un dato importante es que, por cada 50 mil barriles que Ecuador pierde, se dejan de ganar entre 4 y 4,5 millones de dólares diarios, a un promedio de 67 dólares por barril. Actualmente, ya estamos registrando pérdidas. Con doce o trece días de paro, perdemos 90 mil barriles diarios sin producir ni bombear, lo que representa una pérdida de 8,5 millones de dólares diarios porque no se puede refinar ni exportar. Lo más grave es que el almacenamiento es crítico, ya que no tenemos suficientes tanques y solo podemos almacenar un máximo de 8 días. Esto significa que los pozos siguen bombeando, los tanques se llenan y, cuando no hay forma de bombear a través de SOTE y OCP, es necesario detener la producción, lo que está ocurriendo hoy.

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¿Cómo ha evolucionado la producción petrolera desde diciembre hasta la fecha? ¿Continúa en declive?

Cuando asumimos en octubre del año pasado, logramos estabilizar la producción y aumentarla a 412 mil barriles diarios. Incrementamos el número de torres de perforación y, según el Plan Maestro 2024, la meta era pasar de 8 a 16 torres. Normalmente, un pozo produce un promedio de 211 barriles, pero de los 1845 pozos que tiene el país, hoy en día contamos con menos de 160 operativos. Se necesitaba incrementar las torres de perforación, pero ese plan nunca se realizó.

Asimismo, los taladros, que mejoran la exploración y la succión o presión natural, deberían ser 15 en lugar de los 8 actuales. Nada de esto se hizo, lo que podría haber evitado la afectación. En enero de 2024, producíamos 402 mil barriles diarios, y podríamos haber mantenido una curva ascendente si se hubiera tomado la situación con seriedad.

Quiero ser drástico: en una empresa pública, se entra sin un plan de trabajo ni una metodología para evaluar resultados. La gente renuncia y se va, dejando el trabajo incompleto. Existe una cultura de “prefiero no hacer nada para que no me juzguen”. No hay la importancia ni la responsabilidad que el país demanda.

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¿Cuáles son los principales desafíos y problemas de gestión que enfrenta Petroecuador?

Cuando llega un nuevo representante legal, suele empezar de nuevo, ignorando lo que ya se ha hecho. Por ejemplo, en cuanto al número de funcionarios, si nos comparamos con EcoPetrol, la empresa colombiana de petróleo, nuestra productividad es superior, un 22% más por barril por persona. Sin embargo, hay funcionarios que no tienen las capacidades adecuadas. Además, no tener una evaluación gerencial permanente es un error. Las autoridades mismas contribuyen a la ineficiencia de Petroecuador, cambiando constantemente de personal. Esta rotación implica una curva de aprendizaje de unos tres meses, durante los cuales no se puede esperar resultados óptimos. En ninguna empresa se puede cambiar personal cada tres o seis meses sin afectar su eficiencia, y eso es un problema significativo.

¿Cuál será el escenario para finales de 2024?

Con este escenario de declinación, sin considerar el campo ITT en el Yasuní, se espera una reducción de más de 58 mil barriles diarios, lo que equivale a una pérdida de 1,500 millones de dólares anuales. Si Petroecuador normalmente genera ingresos de 14 mil millones de dólares al año, este año se proyecta una facturación de solo 12,500 millones debido a la ineficiencia actual. Según datos y proyecciones económicas, se estima que para el resto de 2024, los ingresos se reducirán aún más a 10,800 millones de dólares. Esto significa que para cubrir el déficit en la importación de combustible, que normalmente requiere 7,200 millones, ahora se necesitarán 8,500 millones. Como resultado, el gobierno enfrentará un déficit adicional de 3,500 millones de dólares debido a la ineficiencia de la empresa.