¿El sueño de la Antártida, es viable?.

En una reciente entrevista con el reconocido periodista Jon Lee Anderson para The New Yorker, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, sorprendió al público al discutir la posibilidad de construir una cárcel en la Antártida para los criminales más peligrosos del país. Este polémico plan, que busca mitigar la crisis de violencia y corrupción alimentada por los narcotraficantes, ha generado tanto apoyo como escepticismo. Noboa habló de su propuesta en el contexto de la caótica situación carcelaria en Ecuador, donde las prisiones son controladas por líderes de bandas de narcotráfico que organizan actividades criminales desde el interior.

Durante una visita a Manabí, una región profundamente afectada por el narcotráfico, Noboa enfatizó la necesidad de emplear a los jóvenes y proporcionar seguridad. Sin embargo, la viabilidad de construir una cárcel en la Antártida ha sido cuestionada. Un asesor principal de Noboa mostró su nerviosismo ante la idea, recordando que las naciones antárticas están sujetas a un tratado que limita su uso a la investigación científica.

La pregunta que surge ahora es: ¿Es realmente viable construir una cárcel en la Antártida, o es esta propuesta simplemente una táctica de campaña del presidente Noboa?

Mario Pazmiño -coronel en servicio pasivo de las Fuerzas Armadas de Ecuador, exdirector de Inteligencia del Ejército ecuatoriano, en entrevista con Ecuadorenvivo.com , calificó la idea como una exageración y señaló su inviabilidad práctica y económica.

“Es una exageración por parte del presidente hacer creer a los ecuatorianos que es factible construir una prisión en la Antártida. Los costos asociados a este proyecto serían extremadamente altos y superarían las capacidades económicas del país”, afirmó Pazmiño.

El ex director de Inteligencia enfatizó que esta propuesta parece más una estrategia de campaña que una solución viable a la crisis carcelaria que enfrenta Ecuador. “Instalar un reclusorio de este tipo no es realista. Se trata de una propuesta de campaña que no tiene bases prácticas ni viabilidad económica”, concluyó.

Daniel Pontón, experto en seguridad y catedrático del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), coincide en que la Antártida tiene un estatuto legal particular. “Desde el punto de vista legal, no es posible construir una cárcel allí. Si fuera viable, otros países ya lo habrían hecho. Además, el costo logístico sería exorbitante. Es una propuesta demagógica y sin fundamentos concretos”, afirmó Pontón.