El volcán Sangay, que ha estado activo desde mayo de 2019, continúa mostrando signos de intensa actividad volcánica. Este martes, 18 de junio de 2024, las cámaras de video vigilancia del ECU 911 captaron la emisión de material piroclástico desde el cráter del volcán. En las imágenes difundidas por el servicio de emergencia, se puede observar una gran nube de ceniza desprendiéndose de la cima del Sangay.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos están monitoreando constantemente la actividad del volcán. Según el último informe del Geofísico, emitido el lunes, desde la mañana del domingo 16 de junio se ha registrado la emisión de gases y ceniza que alcanzan una altura de 300 metros sobre el nivel del volcán, desplazándose en dirección suroeste.
Aunque se han registrado lluvias en la zona del volcán, estas no han generado flujos de lodo y escombros hasta el momento. No obstante, el Instituto Geofísico advierte que precipitaciones fuertes podrían removilizar el material acumulado, generando flujos de lodo y escombros que descenderían por los flancos del volcán y desembocarían en los ríos adyacentes.
Balance por lluvias: 12 fallecidos, 30 heridos y 1.283 personas afectadas
Durante el fin de semana, el volcán Sangay presentó señales sísmicas de alta frecuencia, asociadas a un incremento del caudal del río Upano. Sin embargo, el monitoreo del ECU 911 hasta las 07:20 de hoy no muestra una crecida significativa del caudal de este río.
La emisión de ceniza del volcán podría afectar principalmente las zonas al oeste y suroeste del Sangay. La ciudad de Macas, ubicada a 42 km del volcán, es potencialmente vulnerable a los lahares que podrían descender por el río Upano.
El volcán Sangay, situado a 45 kilómetros al sureste de Riobamba y con una altitud de 5230 metros sobre el nivel del mar, cuenta con tres cráteres activos y dos domos. Los drenajes del volcán se dirigen al Este, donde se forman los ríos Volcán, Sangay, Upano y Palora.
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