Billy Navarrete, director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), denunció graves violaciones de derechos humanos en las cárceles ecuatorianas, ante la falta de alimentos, atención médica insuficiente y abusos cometidos por fuerzas militares.
Explicó que la situación en las cárceles del país se ha deteriorado drásticamente debido a la suspensión del suministro de alimentos. En respuesta a una demanda judicial presentada por el CDH, una jueza ordenó medidas cautelares para abordar la crisis alimentaria.
Sin embargo, hasta la fecha, estas medidas no se han implementado de manera efectiva. “Las donaciones espontáneas de las familias y la iglesia han sido una respuesta temporal y urgente”, señaló Navarrete, pero insistió en que estas no son soluciones sostenibles a largo plazo.
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El director del CDH destacó la falta de diálogo fluido entre las autoridades penitenciarias y las organizaciones de derechos humanos. “No hay una dependencia del SNAI en Guayaquil con la que podamos reunirnos”, denunció Navarrete, refiriéndose al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI). Esta falta de comunicación ha exacerbado la crisis, dejando a las personas privadas de libertad en una situación de vulnerabilidad extrema.
Una de las denuncias más graves presentadas por Navarrete fue la de abusos y torturas cometidos por fuerzas militares dentro de las cárceles. Relató el caso de una mujer trans que fue violada por cinco agentes de las Fuerzas Armadas en la Penitenciaría del Litoral. “Esta violación no ha sido excepcional”, afirmó añadiendo que han documentado al menos media docena de casos similares en diferentes centros penitenciarios del país.
Navarrete también denunció la falta de atención médica para los reclusos, especialmente aquellos con enfermedades crónicas y catastróficas. Durante el periodo de ocupación militar, los médicos del Ministerio de Salud no pudieron ingresar a las cárceles para brindar atención, lo que agravó la situación de salud de muchos internos. “Nada está normalizado en relación al tema carcelario”, enfatizó.
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