El docente universitario y especialista en diseño curricular, Nelson Villegas, compartió su perspectiva sobre la reciente reforma de la Ley de Participación Ciudadana en Ecuador. La reforma dispone que las instituciones educativas y universitarias impartan anualmente una materia que incluya formación en valores humanos, cívica, participación ciudadana y contenidos de la constitución.
Villegas cuestionó si la reintroducción de la enseñanza de cívica, en el formato tradicional, realmente tendrá un impacto significativo en la sociedad actual. Recordó que Ecuador tuvo educación cívica desde 1920 hasta 2010, pero el impacto en la sociedad fue limitado. Subrayó que las generaciones actuales aprenden de manera diferente y son más orientadas a la acción. Los métodos tradicionales de memorización y repetición, según él, no son adecuados para estas generaciones.
Destacó la necesidad de definir qué tipo de ciudadanos quiere Ecuador en el futuro y, en base a esa visión, diseñar una nueva escuela. Criticó que actualmente se enseñen los contenidos cívicos más avanzados del mundo con métodos de enseñanza y evaluación obsoletos. Recalcó que no es suficiente con actualizar los contenidos; es esencial cambiar la forma de enseñar para adaptarse a las dinámicas del mundo contemporáneo y las necesidades de las nuevas generaciones.
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Para ilustrar su punto, Villegas compartió una experiencia de 2017, cuando trabajó en un proyecto con niños de tercero de básica en Guayaquil. Los niños visitaron una escuela en Monte Sinaí para identificar necesidades y trabajaron en un proyecto para mejorar las instalaciones sanitarias de la escuela. Este proyecto no solo les enseñó sobre organización comunitaria y costos, sino que también les inculcó valores como la solidaridad y la empatía.
Señaló el sistema educativo de Finlandia como un ejemplo a seguir, donde se realizó un pacto por la educación que resultó en un diseño curricular centrado en habilidades y valores como el pensamiento crítico, la empatía y la resolución de problemas. Argumentó que, aunque Ecuador tiene contextos diferentes, la metodología y el enfoque centrado en un liderazgo desde un futuro deseado pueden generar resultados positivos también en el país.
Finalmente, enfatizó la importancia de un currículo que no solo transmita conocimientos, sino que también desarrolle habilidades y actitudes necesarias para formar ciudadanos responsables y comprometidos. Llamó a las autoridades educativas a trabajar con diversos actores para definir un perfil de salida claro y adaptable para los estudiantes, con miras a construir una sociedad más justa y equitativa.
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